POR SILVESTRE DE LA CALLE GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE GUIJO DE SANTA BÁRBARA (CÁCERES)
Barajas es un pequeño pueblo abulense situado en la vertiente norte de la Sierra de Gredos, cerca del nacimiento del río Tormes. Junto con la vecina localidad de Navarredonda, componen el municipio de Navarredonda de Gredos cuya economía gira en torno al ganado vacuno de aptitud cárnica motivo por el cual existe en Barajas una curiosa costumbre conocida como EL TORO DE LOS MOZOS.
Tradicionalmente, Barajas basaba su economía, al igual que Navarredonda, en la carretería de largo recorrido. Los carreteros con sus carretas tiradas por yuntas de bueyes transportaban madera de los pinares de la zona a ciudades como Ávila, Salamanca o Sevilla y regresaban al pueblo con productos que no se producían en la zona pues debido a las bajas temperaturas y a la pobreza del suelo, sólo podía cultivarse centeno y posteriormente también patatas.
En 1836, con la supresión de los privilegios de la Real Cabaña de Carreteros de Gredos, todo esto cambió y los carreteros se convirtieron en vaqueros dedicándose a la producción de terneras para carne y para vida y de novillos para trabajo.
Para que las vacas pudieran reproducirse, era necesaria la presencia de toros pero muchos ganaderos tenían dificultades para comprar un toro por lo que desde tiempo inmemorial, los mozos de Barajas compraban un toro en la Feria de Santiago de Navarredonda (26 de julio) y lo subastaban el día 16 de agosto con motivo de la festividad de San Roque.
Quien comprase el toro, no tenía que pagarlo en el acto sino que se le vendía «a fiado», debiendo pagarlo al año siguiente. Para que la compra fuese válida, el comprador debía contar con un «fiador» que se hiciese cargo del pago si él no podía realizarlo en la fecha establecida.
Los toros, que eran siempre de raza Avileña que es la autóctona de la zona, podían utilizarse como sementales y venderse cuando ya no podían cubrir a las vacas o bien podían caparse y domarse para venderlos como bueyes de labor y así obtener un beneficio considerable.
La subasta del toro se realizaba siempre en un corral de Eleuterio Campos, junto a las Eras de Barajas.