Aquí voy a escribir un poco sobre mi forma de investigar, porque esta página es ahora leída por muchas personas y espero que otros futuros investigadores también se beneficien de ella.

Investigaba a mi manera (menos científica) y desde hace 40 años en el desarrollo de nuevos productos (derivados de flavonoides de cítricos y otros extractos de plantas) con catedráticos de alto nivel (entre ellos dos rectores: Francisco Sabater García y José Antonio Lozano Teruel) para mercados de exportación. Siempre tuve presente el slogan del Premio Nobel Albert Szent Györgyi: «Investigar es ver lo que todo el mundo ha visto y pensar lo que nadie ha pensado». Esta idea y estos dos rectores me ayudaron enormemente a desarrollar mi idea de producir en nuestra empresa el edulcorante Neohesperidina Dihidrochalcona (azúcar 1500x) a partir de residuos cítricos. Más tarde, me enteré por la multinacional de que había comprado nuestra empresa precisamente por este edulcorante. En otra empresa, introduje los extractos de romero (ácido carnósido y ácido rosmarínico) también gracias a estas ideas, la empresa pudo ser vendida a otra multinacional. Yo simplemente tuve las ideas, pero los catedráticos tuvieron que hacer el verdadero trabajo duro.

A esto hay que añadir mi experiencia en 1963, en un torneo internacional de damas con el campeón del mundo de damas Baby Sy, de Senegal, el cultivador de cacahuetes que no sabía ni escribir ni leer, pero que superaba a todos los jugadores de damas del mundo (incluidos profesionales e ingenieros) y hablaba 4 idiomas (dos lenguas senegalesas, árabe y francés). Desde entonces, sé que el genio acecha entre los simples agricultores. Además, gracias a la amistad en mi juventud de dos campeones del mundo de damas, también llegué a saber lo que hacía falta para estar entre los mejores del mundo. Era cuestión de mejorar la intuición para conseguir resultados sorprendentemente buenos y eso sólo se consigue trabajando duramente y leyendo mucho. Si hay algo que dejamos sin explotar es nuestra intuición. Un arma poderosa con la que uno puede adelantarse a muchas cosas en su vida.

Y eso es lo que hice, mucha investigación y lectura. Así, mi hipótesis era que Isabel la Católica era la nueva reina fuerte del ajedrez (dama) en ajedrez y damas. Otra hipótesis era que Antonio de Torquemada no fue el primer autor del primer libro de damas del mundo en 1547, sino el poeta Juan de Timoneda. Ambas hipótesis fueron confirmadas documentalmente por el mejor historiador del ajedrez en España: José Antonio Garzón Roger y desde entonces han sido aceptadas por los historiadores del ajedrez de todo el mundo.

Aplico mi intuición también para llegar a una hipótesis en el origen de Blanca. Más en otra aportación.

Fotografías: Baba Sy (Senegal), Prof. Francisco Sabater García, Prof. José Antonio Lozano Teruel, Prof. Szent Györgyi.

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