POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE).
María Dolores Fernández Poyatos no podía haberlo explicado de una forma más clara: (Década de 1950)” Los recursos que España ofrecía volvían a ser los histórico-culturales, paisajísticos y climáticos, descartando la imagen de un país moderno ( o al menos, que deseaba serlo) y prodigando sus especialidades más folklóricas y tópicas. La publicidad se llenó de arquitectura- clásica y popular-, museos, fiestas, flamenco, toros y playas”.
Marcas para turrones de origen taurino.
Los empresarios turroneros intentaron explotar el filón que suponía el mundo de la tauromaquia y a lo largo de las décadas centrales del siglo XX crearon diferentes marcas.
1.-EL TORERO de La Industrial Turronera SA
La primera propuesta de marca, por así llamarlo taurina, fue presentada por La Industrial Turronera SA el 10 de julio de 1948 y llevaba el sugerente nombre de El Torero. La marca fue aprobada por la Oficina de Patentes y Marcas y la autorización fue publicada en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial (BOPI) del 1 de agosto de 1948.
El anagrama de esta marca posee una forma circular y presenta la imagen del albero de una plaza de toros en cuyo centro un torero vestido de luces parece brindar un toro; puesto que muestra con la mano derecha levantada la montera, su mirada se dirige hacia el tendido, mientras que con la izquierda sujeta el capote que arrastra por el suelo. En la parte superior del anagrama presenta con letras mayúsculas el siguiente texto: “EL TORERO”. En cambio, en la zona inferior aparecen también en letras mayúsculas las palabras: “MARCA REGISTRADA”. Este diseño está realizado en una tinta.
Según el catálogo de precios de 1952 esta marca ofrecía un buen número de variedades de turrones: Jijona (granulado y refinado), avellana, Alicante, guirlache, yema, nieve y frutas. Todas estas variedades se ofrecían en barras de 500 gr. envueltas en papel celofana y dispensadas en cajas de madera de 7kg., salvo el turrón de Alicante y guirlache, cuyas cajas eran de 6,5 kg. El precio del kilogramo era de 26 ptas., excepto los turrones de obrador (nieve, yema y frutas) que se ofrecían un poco más baratos, 23 ptas.
En la década de 1960 esta marca sufrió una importante evolución tanto en el dibujo como en las letras que se aleja del modelo original. La principal novedad en el diseño radicaba en la introducción de colores primarios y vivos, huyendo de la monocromía del dibujo original. En esta ocasión a la figura del torero se le contrapone la de su tradicional enemigo, el toro. Ahora el torero vestido con un traje claro de luces aparece dando con el capote un paso de pecho y el animal de frente lo sortea con la cara levantada y mirando al cielo. Cualquier referencia a la plaza de toros y al público ha quedado suprimida. El texto ha adquirido independencia en referencia al dibujo y tamaño. Ahora en el interior de un rectángulo de color azul se disponen las palabras: “el torero”, que aparecen en minúscula, con una tipografía que simula la letra hecha a mano, con bastante cuerpo y en color blanco. En texto se coloca a los pies del dibujo o en cualquier otra posición en la tableta que puede estar ligeramente alejada de la escena.
En el catálogo de la empresa La Industrial Turronera SA de septiembre de 1966 realizado por litografía Ortega de Valencia se publicitan los sabores: Jijona, Alicante, guirlache, yema, yema quemada, nieve y fruta. Observamos que respecto al catálogo anterior se ha cambiado la variedad de avellana, por la de yema tostada.
En este catálogo también aparece un estuche en forma de caja abierto por la tapa para contener 100 miniporciones de 160 g. de turrones El Torero de los sabores Jijona y Alicante. Las miniporciones constituyeron un intento por acercar el producto a los consumidores e intentar que el coste fuera menor. Esta marca obtuvo un gran éxito aumentando su producción con la fragmentación de la tradicional barra de turrón.
Para envasar las miniporciones a finales de la década de 1960 o inicios de la siguiente empleó un papel metalizado en que el se estamparon diferentes motivos taurinos. Hemos encontrado al menos seis presentaciones diferentes: cuatro de ellas que representan personajes característicos de las corridas, como: el alguacil, el torero, el banderillero y el picador y otras dos, que representan suertes taurinas.
Hemos encontrado una caja para porciones de turrón de: Jijona, Alicante, yema y nieve de principios de la década de 1970. En esta imagen el anagrama está más integrado con el texto y forma una escena taurina, que se desarrolla en una plaza marcada por la arena y el burladero.
2.-EL PICADOR de la empresa Ismael Sirvent Soler
La siguiente marca que nos acerca al mundo taurino fue presentada a la Oficina de Patentes y Marcas por la empresa Ismael Sirvent Soler y fue publicada en el BOPI el 1 de mayo de 1951. Su nombre era El Picador.
En el dibujo original observamos como un toro embiste el cuarto posterior trasero derecho del caballo, con el rostro gacho intenta clavar el pitón izquierdo. El caballo levanta las patas delanteras haciendo una cabriola para esquivar al morlaco. El picador se agacha hacia el animal e intenta clavar la pica en el lomo del toro.
El texto se distribuye en la parte superior e inferior de la escena intentando ocupar todos los espacios. En la parte superior aparecen dos cartelas cuyo texto se presenta con letras mayúsculas TURRONES // Y DULCES, inmediatamente debajo y con un tamaño muy reducido se puede leer en dos filas MARCA // REGISTRADA.
En la zona inferior del diseño se distribuye, en una cartela que ocupa todo el pie de la escena, la marca del fabricante, EL PICADOR · JIJONA · con letras mayúsculas. Tanto el dibujo con las letras se han impreso en color negro.
La adecuación de este motivo, tanto a catálogos de productos, tarifas de precios y envases, es ligeramente distinta a la aprobada por la Oficina de Patentes y Marcas; puesto que se prioriza el dibujo sobre el texto, llegando al extremo de cumplimentarlo con otras escenas y de renunciar al texto.
En la contraportada de la tarifa de precios de 1953, diseñada por relieves Basa y Pages SA, comprobamos como el anagrama de la marca se incluye en una escena titulada Corriendo el toro en tiempo de Fernando VII , que se reproduce a todo color.
La primera novedad es dotarla de un espacio físico en el que se desenvuelve la escena. Una valla de madera sugiere al espectador que se halla en un espacio cerrado. Además, en el centro hay un grupo de tres mozuelos que contemplan el espectáculo. Uno eleva medio cuerpo por encima de la valla, mientras que los otros dos apenas muestran sus rostros. El anagrama aparece en el centro. A su izquierda una pareja de majos conversa sobre la suerte taurina que se está librando. En cambio, a la derecha hay tres toreros con sus capotes, que son quienes han llevado al toro ante el picador. Todos visten a la moda goyesca de principios del siglo XVIII. La escena está enmarcada por una cenefa floral de color dorada. Curiosamente el único texto, que se incluye, está en la parte superior, a la izquierda “TURRONES Y DULCES”, y a la derecha, el nombre del fabricante “ISMAEL SIRVENT SOLER”. En el centro de la parte inferior aparece un círculo con la palabra “JIJONA”. En esta contraportada no aparece el nombre de la marca.
En este catálogo se indica que la marca El Picador pertenece a la clase mitad almendra y cacahuete y presenta las siguientes variedades: Jijona Refinado, Imperial, Nieve, Mazapán frutas y Yema (color). También se indica que las tabletas son de 500 gr.
En la década de 1960 la imprenta alcoyana C. Albors sustituyó a relieves Basa y Pagés SA en la confección de catálogos y envases de esta empresa. A pesar de cambiar de imprenta el diseño es el mismo que el utilizado en la década anterior. En la tarifa de precios de 1964 se indica que este envase de cartón “reviste latitas y cajitas de 312 y 350 g (tipo exportación)”.
A mediados de los 60 del siglo pasado se produce la verdadera aparición de la marca El Picador, puesto que en los envases de papel metalizado el texto adquiere verdadero protagonismo en detrimento de la imagen.
Podríamos decir que en estos envoltorios se produce un cierto acercamiento al Pop-Art imperante en la época. En el envoltorio predominan la utilización de colores vivos, brillantes, como: el dorado, plateado, rojo y amarillo y de formas geométricas, en especial rombos y círculos. En el tercio izquierdo se distribuye el anagrama de la marca que presenta importantes novedades: la primera su disposición en vertical, la segunda su monocromía y el tercero, quizás el más importante, el cambio de diseño.
Los protagonistas siguen siendo el toro y el picador; sin embargo, se produce un cambio importante en la perspectiva; ya que, si bien en el diseño primigenio contemplábamos el toro lateralmente y en caballo casi en escorzo; ahora, el toro se ve desde su parte trasera, como embiste con su cara levantada al vientre del caballo por su lado derecho. El picador está completamente entregado a su labor y por eso su rostro no es perceptible, tapado por el sombrero. En su lado derecho un torero con el capote, está al quite de la posible embestida del morlaco. Toda la escena se desarrolla en el centro de la arena de una plaza de toros. El dibujo está realizado en color negro sobre fondo blanco. Una sucesión de trazos delimita el contorno de las figuras; que, en esta ocasión, no está perfectamente trazado, como en el diseño original. Ocupando el centro de los dos tercios restantes aparece el nombre de la marca, que se distribuye en el interior de un triángulo de color rojo. El texto se distribuye en dos líneas: la palabra “el” aparece en la esquina derecha y está realizada con una tipografía que recuerda a las letras hechas a mano, en minúscula y en color blanco, mientras que debajo aparece la palabra “PICADOR”, con letra de imprenta, de doble tamaño que el anterior y en color amarillo.
Según el catálogo de 1970 el turrón de la marca El Picador se ofrece en los sabores: Jijona refinado, Imperial, Nieve, Mazapán fruta, Yema, “Jijona refinado cacahuete Imperial cacahuet”. Las variedades Jijona refinado e Imperial se envasan en papel metalizado y las restantes en papel celofán. Todas las variedades van envueltas en bolsas de Rilsan. El peso de las barras es de 300 g., aunque se indica que se pueden servir en barras de 350 o 400 g.
En el Museo del Turrón se conserva un envase de cartón de la marca Turrones El Lobo, elaborada por la empresa Hijo de Manuel Sirvent Soler. Sus dimensiones son 8,7 x 20 x 3,5 cm (alto x ancho x profundo) y está destinado a barras de 300 g. En la parte posterior, un dibujo ocupa casi todo el centro del envase. Está enmarcado por un recuadro blanco sobre un fondo rojo. La escena está realizada a todo color, de forma naturalista y es muy parecida a la empleada por la marca El Picador en la década de 1970. La única diferencia radica en la disposición del toro, que ahora embiste al caballo desde el centro y no desde el lateral izquierdo. Además, el caballo no levanta tanto las patas delanteras. El producto está destinado a la exportación, puesto que el listado de ingredientes está en castellano e inglés y también en uno de los laterales se encuentra el texto “Auténtico sabor de España”.
En la actualidad la empresa Turrones El Romero SA, sigue utilizando la marca El Picador en la calidad extra, cuyo principal ingrediente es el cacahuete. Así se elabora turrón blando y duro, que se presenta en forma de tabletas de cartón de 200 y 150 g y de torta de turrón duro de 150 g. Las dimensiones de estas tabletas, excepto la de torta de turrón duro, son de: 9 x 20,1 x 2 cm Este producto se sigue destinando prioritariamente a la exportación.
El anagrama de la marca ha sufrido un cambio importante, puesto que se ha renunciado al dibujo para potenciar el texto, que está escrito con letras minúsculas salvo las iniciales de las dos palabras y en color blanco. Se presenta en dos líneas “El / Picador”, está centrado y está subrayada la palabra Picador. El texto se sitúa en la esquina superior izquierda en el anverso y en la esquina superior derecha en el reverso.
En este artículo hemos visto dos marcas relacionadas con el mundo taurino en próximos trabajos veremos algunas más.
BIBLIOGRAFÍA:
GARRIGÓS SIRVENT, Bernardo, «El typical spanish en la publicidad del turrón a mediados del siglo XX: Toros y toreros», El Programa, Xixona, Federació de Sant Bartomeu i Sant Sebastià, 2018, págs.