BETANZOS SE LLENÓ EN 1980 DE PANCARTAS PARA «SALVAR EL PASATIEMPO», RECUERDA EL CRONISTA DE LA CIUDAD, JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA, UNO DE LOS INTEGRANTES DEL COLECTIVO ADELPHA
El movimiento ciudadano para salvar El Pasatiempo guarda más de un punto en común con otro surgió hace 40 años. Un derrumbe contribuyó en ambos casos a dar fuerza a las reivindicaciones. El desplome de la cubierta de las pagodas provocó de aquellas una reacción similar a la que ha suscitado ahora la caída del mural del estanque de la gruta. Betanzos se llenó en 1980 de pancartas para «salvar El Pasatiempo», recuerda el cronista de la ciudad, José Raimundo Núñez-Varela, uno de los integrantes del colectivo Adelpha. «Fueron incontables los establecimientos que en lugar bien visible colocaban los carteles», relata en su artículo El Pasatiempo: una oportunidad perdida«.
Los escritos y peticiones de este colectivo llevaron al Ministerio de Cultura a incoar en 1981 el expediente para declarar el Pasatiempo Conjunto Histórico Artístico, una catalogación imprescindible para garantizar su conservación y lograr fondos para su mantenimiento y rehabilitación.
El urbanismo se erigió entonces como uno de los escollos a la catalogación, dado que impondría severas restricciones en el entorno. El colectivo que aglutinaba a los vecinos que exigían la rehabilitación alegó sin éxito contra las previsiones que recogían las normas subsidiarias. El cronista oficial de Betanzos recuerda que tras la compra en 1986 del Pasatiempo, el Concello «procedió a la reconversión de los terrenos de la finca con otros fines, sin contemplarse la rehabilitación integral y conservación de los elementos existentes, que serían derribados, y sin mediar la correspondientes excavaciones que descubrieran los espacios rellenados».
En los años 90, el Ayuntamiento en colaboración con otras administraciones, procedió a rehabilitar la parte histórica. Una actuación muy demandada que generó cierta controversia por su resultado final y a la que siguieron años de abandono que han llevado de nuevo al Pasatiempo a una situación crítica.
El progresivo deterioro de este parque singular único en Galicia suscitó innumerables debates. Y su protección quedó vinculada a un plan general que sigue en trámites. En 2011, el pleno aprobaba por unanimidad una moción del PP para solicitar su declaración como Bien de Interés Cultural. El Ejecutivo se mostraba reacio. «No tenemos claro que sea el momento oportuno porque afectaría al ámbito y su entorno, podría tener connotaciones negativas. Lo mejor sería remitirlo al plan general porque los redactores pueden aclarar qué partes tiene de positivo y de negativo, tanto para el parque como para el entorno por su afección», defendía entonces el concejal de Urbanismo.
El PGOM no superó su primera prueba. En 2015, la oposición votaba en contra de su aprobación inicial del documento urbanístico. A la vista de la falta de avances, Betanzos Novo reclamó nuevamente en 2015 que se iniciasen los trámites para declarar Bien de Interés Cultural. Su moción fue aprobada por unanimidad. A pesar del consenso, el Ejecutivo aún acaba de enviar a la Xunta un avance de la solicitud y la catalogación sigue sin fecha.
La oposición lamentaba ayer que el urbanismo frenase durante décadas la protección del sueño indiano de los hermanos García Naveira y de todos los betanceiros. Los grupos recuerdan durante las últimas décadas se han realizado actuaciones en el entorno que la declaración de BIC habría evitado. La presión ciudadana para exigir ahora su protección ha acelerado los trámites. El tiempo dirá si es el toque de atención definitivo.
Un nubarrón ocultó en cuestión de horas el primer rayo de esperanza en El Pasatiempo. El acuerdo a tres bandas anunciado por Diputación y Concello decayó solo un día después. La Xunta se descolgó de un convenio que dejaba en sus manos la financiación del 45% de las obras y del que se enteró por los medios de comunicación. El Gobierno local sostiene que había pedido ya en diciembre una reunión con la Xunta y que convocó a la Consellería de Cultura y a la Diputación a una reunión para abordar las medidas a adoptar ante el grave deterioro del recinto y que fueron los responsables autonómicos quienes optaron por reunirse con el alcalde un día después. Sus explicaciones no convencen al PP, que echa en cara al regidor que anunciase un principio de acuerdo a tres bandas sin consultar a la Xunta y sin presentar el preceptivo proyecto de rehabilitación y que acusa al PSOE de pretender eludir ahora su responsabilidad.
Fuente: http://www.laopinioncoruna.es/ – Antares Pérez