POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Floros, floras, faunos, faunas, hombres, hembras, hados, hadas, elfos, elfas, magos, magas, cuentos, cuentas, ranos, ranas, duendes, duendas, cargos, cargas, miembros, miembras, pitos, flautas, digo, digas, calzos, calzas, disparates, disparatas, y es que la cultinoparla ni se limpia ni se acaba de extender con eficacia a lo largo y a la ancha de la cervantina esencia sanchopancesca a la llana.
Palabra de honor. Palabras llenas de viento. Nostalgia.
¿Yo me aclaro? ¿Tú te aclaras? Coloquiales expansiones, coloquiales discrepancias. Y el lenguaje destrozado entre dimes y diratas por una o y una a tontamente separadas. Pero es que sin ellas juntas, la vida total no es nada. Masculino y femenino, dos esencias, ay, ovarias. ¿Hasta cuándo y por qué así? Abracadabra.