POR FRANCISCO RIVERO, CRONISTA OFICIAL DE BROZAS (CÁCERES)
Egipto tiene siempre un encanto especial. El don del Nilo sabe encandilar al viajero que se acerca hasta allí y sobre todo, la cultura faraónica que le envuelve, a donde acuden cada vez más españoles, pues hay buena sintonía entre nuestros conciudadanos y el pueblo egipcio. De hecho, la Organización Mundial del Turismo, con sede en España, considera que Egipto, junto a Túnez, Turquía y Grecia recuperarán turistas en 2018.
He venido directamente desde Madrid hasta Luxor, en vuelo directo de la compañía Nesma Airlines, en el viaje inaugural fletado por Sama Travel, y al que han acudido unas 180 pasajeros. Las atenciones en la aeronave han sido excelentes por parte de los tripulantes de cabina, algunos de los cuales hablaban un perfecto español. http://www.nesmaairlines.com/
Al llegar al aeropuerto, el guía que se hace llamar Saladino, nos da las explicaciones necesarias para saber moverse en esta zona del mundo, calurosa a pleno día y con cierto frescor al amanecer y al atardecer.
Hay una gran ventaja para los turistas europeos, pues antes un euro estaba a 3 libras egipcias y ahora, con la devaluación, está a 20 libras.
Por cierto, siempre hay que regatear en estepaís: Es algo que forma parte del pueblo árabe.
Hemos llegado al embarcadero del barco Tiyi, un cinco estrellas, cuyo personal es atento y servicial. La cena, un agradable autoservicio. Hay que levantarse temprano.
Son las 23,30 horas y el cuerpo, tras cinco horas de avión, está cansado; mañana el despertar será a las 6,00 y nos espera una larga jornada para comenzar a ver cosas de los faraones.
Pero antes se seguir, me informo quien era Tiyi. La información la encuentro en el periódico “Le Progrès Egiptièn” que cuenta la historia de esta Reina egipcia de la XVIII dinastía a la que su esposo, el faraón, asocia con todas las manifestaciones de su reino, incluso el de la diplomacia.