POR ANTONIO VERDÚ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE JUMILLA (MURCIA).
Muchas veces me he acordado de aquél lejano año de 1954. Tenía 13. Los cumplí ese mismo día, ya que nací el 1 de noviembre de 1941. Ese recuerdo se ha mantenido en mi mente de forma muy especial. No sabría decir por qué, pero siempre lo he recordado con mucho cariño. Aquello me impresionó tanto, que no es de extrañar, que con el tiempo, me haya permitido buscar en mi pueblo aquél otro Misterio de la Asunción, que en la lejanía de los siglos tuvo lugar en la Iglesia Mayor de Santiago de la entonces Villa de Jumilla.
Aquel año 1954, por el motivo de que mi hermano Manolo terminó la mili -aunque ya tenía 12 años cumplidos y le estuve ayudando a mi padre en la fragüa-, pude empezar a estudiar el entonces Bachiller Laboral. Llevaba dos meses en el Instituto, y mis buenas notas, me hicieron merecedor de un premio que como digo nunca olvidaré. Un día, el director, entró en mi clase, y dio a conocer los nombres de 10 alumnos de mi curso de 1º, entre los cuales figuraba el mío, y añadió que era un viaje a la vecina ciudad de Elche, para presencial el Misterio de la Asunción –entonces era en español, por lo que así lo reflejo en el título-, que tendría lugar el 1 de noviembre de 1954. Una fecha como hemos visto muy importante de mi vida. Y una fecha que ha perdurado en mi recuerdo. El viaje era gratis total pagado por el Ministerio de Educación. La alegría fue grande en sí, y por la importancia de lo que íbanos a poder ver.
Eran otros tiempos. Ir a otro pueblo era algo especial. En esta ocasión fue a Elche de la que todos habíamos oído hablar que era muy bonita, y de su Basílica, del Huerto del Cura con sus palmeras… muy contento de haber sido seleccionado y de pasar un día estupendo con los amigos. Pero resultó –como digo-, ser un día especial.
Al llegar a la Basílica, nos hicieron entrega de una medalla redonda a cada uno de los alumnos, de unos 6 centímetros más o menos –me la recordó otro amigo que también estuvo presente allí aquel día, Roberto Bernal hace unos meses-, y entonces nos entraron y nos pusieron en el pasillo de la izquierda de la Basílica, mirando al altar mayor, pegados al lugar del tablado de la representación. A la izquierda nuestra, una tarima para las autoridades, donde se encontraba, como máxima autoridad el Ministro de Asuntos Exteriores D. Alberto Martín Artajo, que después también presidió la procesión de la Virgen de la Asunción.
Estuvimos todo el día. Ya como recuerdo lejano veo que por la mañana vimos la primera parte de la representación. Mi casi todavía niñez, me hacía ver unos personajes en abstracto, sin darles la gran importancia de la representación que estaban realizando. En concreto, la idea general, podía afirmar, que para mí todo se centraba en la subida de la Virgen a los Cielos. Personajes con ropas antiguas. Con diálogos bonitos, pero que como digo, entonces no entendía, como cuando tuve la oportunidad de leer todo el libreto de la representación. Todo era muy bonito. Me gustó mucho.
Después nos llevaron a ver el palmeral donde comimos en aquel entorno tan especial, pudiendo corretear por el mismo y admirando la belleza de su extraordinarias palmeras que tan gustosamente se mantiene. Ya no recuerdo si hicimos algo más.
Tras la comida, pudimos asistir a la Procesión de la Virgen, presidida por el Ministro, Clero y Autoridades, y a continuación pudimos disfrutar de nuevo con la segunda parte de la representación. Todo fue majestuoso. Como suele decirse me quedaba con la boca abierta viendo cosas tan bonitas, que como digo no supe entonces valorar, ya que la idea central era, que la Virgen subía a los Cielos. Pero ya lo máximo fue cuando se abre el Cielo y empieza a bajar en un artilugio, con niños de verdad. Cuando los ví, pensé en el miedo que habría tenido yo. Impresionante cuando se abre y despliega sus alas, en forma de palmera, todos los ojos estaban pendientes de sus cánticos celestiales, muy fino en su sonido, sin saber los que decían. Pero en esos momentos era todo tan bonito, que mirabas el conjunto de la escena y estabas maravillado de haber podido asistir a tan importante acto.
Casi 70 años después he sabido –de ahí la importancia que le doy al haber estado ese día allí-, que fue la primera representación que se hizo tras la trágica guerra de 1936. Y como digo: Yo estaba allí. Me hizo ilusión saberlo.
Pasado muchos años de lo anterior, tuve la suerte de conocer al Excmo. Sr. D. Manuel Rodríguez Macía, más o menos por 1999, cuando se acercó a visitar Jumilla, con el objeto de averiguar lo que pudiera sobre el antiguo Misterio de la Asunción que se celebraba aquí desde el siglo XVI, y que con tanta tristeza suprimiera el entonces Obispo y después Cardenal Belluga, en el año 1709. Lo acompañé a visitar al Iglesia Mayor de Santiago donde se representaba. Pudo observar cómo todavía existe la trampilla por donde se bajaba para subir a la Virgen. Subimos donde estaba la tramoya necesaria para hacer funcionar el artefacto. En fin que pudo ver de primera mano ver los elementos propios de su antigua representación, que ya estaba ejecutada cuando se construyó la Iglesia por los arquitectos de la familia, Juan y el sobrino Pedro de Oma en 1520. Estuvimos juntos, incluso viendo la procesión de la Patrona de Jumilla, el 15 de agosto, que es “Nuestra Señora de la Asunción”, que es lo que queda de aquella antigua representación. Le di algunos datos de la misma. Y él en prueba de que se podía volver a hacer aquí el Misterio de la Asunción, comentó que tenemos todo lo necesario para ello.
Pasado muchos años de aquel 1954, en 1996 fui nombrado Cronista Oficial de la Ciudad de Jumilla, y en 1991 participé en la recuperación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, un tanto devaluada por entonces y que pasaba por malos momentos.
Como digo, la Patrona estuvo unos años en los que casi nadie bajaba a recibirla a su Ermita de San Agustín donde se encuentra todo el año. Daba pena ver llegar el primer domingo de agosto por la tarde, fecha en la que se subía a la Patrona a la Iglesia de Santiago en procesión por la Avenida de la Asunción, y poder contar los fieles, con los dedos de la mano, como vulgarmente se dice. Fue un sacerdote de Santiago, llamado D. Ginés Ortín, el que viendo lo que ocurría y con gran visión, el que se puso de acuerdo con la Asociación de Moros y Cristianos D. Pedro I, con el fin de acompañar a la Patrona durante su recorrido. Desde entonces, aunque urgieron recelos o envidias por quienes no tuvieron esa visión, la Patrona sube acompañada por una gran multitud de jumillanos, viéndose arropada a lo largo de todo el trayecto hasta Santiago.
Hay que recordar, que Jumilla tiene actas municipales -1610, 1614, 1616-, en las que se afirma haber representado actos propios de los Moros y Cristianos, con los nombramiento de capitanes etc… lo que la hace ser la celebración de los Moros y Cristianos más antiguos de España, ya que nadie tiene unos documento tan antiguo como los indicados, y que en el Congreso Nacional de Moros y Cristianos celebrado en Jumilla el 26 de mayo de 2002, tuve la oportunidad de presentar una moción sobre lo indicado, incluso repartiendo a todos los asistentes un impreso de las mencionadas Actas Municipales, que todavía me parece ver las caras de algunos de Villena, metiéndose con los de Alcoy, diciéndole que los Moros y Cristianos de Jumilla eran más antiguos que los suyos. Aquellos son importantes, y los de aquí no tanto, pero sigue en el recuerdo y todos los años participan como Asociación de Moros y Cristianos con sus desfiles, y acompañando a la Patrona en sus traslados y procesión del 15 de agosto.
Como secretario de la nueva Cofradía de “Nuestra Señora de la Asunción” presenté unos Estatutos para dar legitimidad a la misma. En un principio, el 26 de septiembre de 1991, se presentaron en la Delegación del Gobierno unos nuevos Estatutos para una nueva Cofradía de la Patrona, con el objetivo de organizar todos los actos en honor a la misma, que fueron aprobados el 11 de octubre de 1991, con el fin de seguir dando realce a nuestra Patrona, teniendo un apoyo civil. La Cofradía está abierta a todos los jumillanos que quieran colaborar en un mejor esplendor y realce de la misma. El Presidente como es tradicional desde tiempo inmemorial, es el Sr. Alcalde de Jumilla, y la Camarera Dª Dolores Espinosa de los Monteros, estando representada por su hija Dª María Fuensanta Pérez de los Cobos.
En 1996 hice otros nuevos Estatutos, pero ahora también en el Obispado, siendo también secretario, y fueron aprobados el 16 de mayo de 1997. La Patrona ya tenía quien organizara sus actos, como se sigue haciendo, y de la que formo parte desde aquel 1991.
En aquellos momentos todos pensábamos en poder volver a representar el Misterio de la Asunción en Jumilla -pero tuvo que venir D. Manuel Rodríguez, el que me animara con su visión de que aquí se podía volver a hacer-, lo que me llevó a preparar cómo sería el Misterio de la Asunción de Jumilla, por medio de un libreto que me dejó mi alumno Juan Simón Abellán, copiando el de Elche, en español, que ha estado dando vueltas por el pueblo, pero sin que nadie diera el paso a su realización y puesta en escena. Hay que resaltar, que cuando lo prohibieron, destruyeron todo lo relacionado con el mismo, por lo que no nos ha llegado nada.
El año pasado por fin se pensó llevar a cabo la empresa de recuperar esa representación, y en este caso también por parte de Juan Simón –responsable con título, de las actividades y programación del Teatro Vico de Jumilla-, el que ha tomado la iniciativa de su posible recuperación, y del Cura de la Iglesia de Santiago, que es Ilicitano. Tras un estudio sobre la posibilidad de hacer el que copie como el de Elche, vieron que las posibilidades y el material que se necesitaba, no estaban al alcance de sus posibilidades, por lo que, pensaron buscar otro texto alternativo, más sencillo, y con capacidad para poder representarlo aquí en Jumilla, y lo han encontrado con la ayuda del jumillano D. Juan Miguel Valero Moreno, titular de una Cátedra en la Universidad de Salamanca, el que ha seleccionado otro texto, encontrado en el manuscrito llamado “Códice de Autos Viejos”, más fácil de representar y con los mismos argumentos generales de los actores y su finalidad, titulado “Auto de Nuestra Señora de la Asunción”.
Como suele decirse, dicho y hecho, ya que este mismo año de 2021, durante los días lunes 16 y 17 de agosto, se ha representado ya en la Iglesia Mayor de Jumilla, con rotundo éxito y alegría del pueblo de Jumilla, ya que hemos podido ver bajar el “Alma” de la Virgen, y después verla subir y desaparecer por esa trampilla, que como he dicho, fue construida en 1520 para tal fin.
Mi recuerdo ha sido realidad.
FUENTE: CRONISTA