POR GABRIEL SEGURA, CRONISTA OFICIAL DE ELDA (ALICANTE)
Tras el bombardeo aéreo de la aviación nacional sobre Alcoy acaecido el 22 de septiembre de 1938 que ocasionó un importante número de víctimas, el gobernador civil de Alicante recomendó al Consejo Municipal de Elda (=Ayuntamiento), dada su condición de ciudad industrial con abundantes industrias bélicas en producción, una mayor eficacia en la construcción de refugios aéreos para la protección de la población civil; recomendando que los refugios fueran más numerosos aunque fueran más pequeños en vez de pocos y de gran capacidad con el fin de que la población civil encontrara lo más cerca posible la boca de un refugio.
Así, el 10 de octubre de 1938, el consejo municipal eldense asigna 100.000 pesetas a la construcción de refugios. Importante cantidad detraída la mitad de la reparación de edificios municipales y la otra mitad de gastos de urbanización de las vías públicas.
Por la documentación sabemos que los refugios públicos fueron construidos en diversos lugares de la población, caso de las plazas de la Constitución y plaza de Arriba, enlazados por una galería capaz de albergar a 750 personas. Otro cerca del Matadero, por debajo del Altico de San Miguel que tenía una boca de salida en la Tafalera. Otro que se abría en la calle López de Vega, junto a Jardines, para dar servicio al Teatro Castelar. Y, finalmente, se inició otro en la actual calle González Bueno.
Frente a otras poblaciones que han puesto en valor alguna de aquellas construcciones subterráneas que formaron parte del sistema de defensa pasiva de la población, Elda no cuenta con ninguno visitable ni conocido en detalle. Únicamente conocemos su ubicación.
Fuente: https://valledeelda.com/