POR GABRIEL SEGURA, CRONISTA OFICIAL DE ELDA (ALICANTE)
Un sábado, 4 de enero de 1903, se procedía a la clausura del antiguo cementerio municipal y a la inauguración del nuevo camposanto eldense.
Desde que se prohibió el enterramiento regular de personas dentro de las iglesias y durante 86 años, entre 1815 y hasta enero de 1903, el cementerio eldense estuvo en las afueras de la población, en la confluencia de la antigua carretera nacional N-330 con el camino de Petrer, donde hoy se levanta la rotonda de las Fallas y el Jardín de la Concordia.
El crecimiento demográfico sostenido de la entonces villa de Elda a lo largo del siglo XIX, pero en especial en la segunda mitad del siglo, obligó al ayuntamiento eldense ha habilitar y construir un nuevo camposanto donde descansar los cuerpos de los eldenses fallecidos. Será bajo la alcaldía del liberal Manuel Beltrán Aravid, más conocido como “el médico Beltrán”, cuando el ayuntamiento aborde su construcción. Para lo cual fueron adquiridos, en junio de 1902 y por un precio de 3.750 pesetas, los terrenos necesarios junto a la entonces denominada “rambla de Anchurieta” (act. rambla de Puça) y la carretera de Madrid; siendo adjudicadas las obras de construcción de las tapias, nichos y urbanización a favor de Antonio Visedo Navarro, maestro de obras de Petrer, por valor de 14.646 pesetas y cuya primera piedra fue colocada el 18 de agosto de 1902 en medio de un ambiente de gran fiesta, con concurrencia del “todo Elda” del momento y las fuerzas vivas de la villa, además de una gran multitud de vecinos.
Siguiendo los planos elaborados por el maestro de obras Pedro León Navarro, la construcción se prolongó durante los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 1902.
Un sábado, 4 de enero, de hoy hace 116 años, se procedía a su inauguración oficial y consiguiente clausura del viejo camposanto eldense. Poco tardaría el nuevo cementerio en ser inaugurado “de hecho”. A los escasos días de abrir sus puertas, falleció en Elda la joven Catalina Brotons Alfonso, de 17 años de edad, siendo la persona que inauguró, con su inhumación el día 9 de enero, el cementerio.
Si bien el nuevo cementerio eldense recibió la denominación oficial de “Cementerio Cristo del Buen Suceso”, no cuajó tal nombre, siendo pronto conocido como “cementerio de Santa Bárbara” por estar situado en el camino que conducía hacia la partida del Guirney donde se ubica el caserío de la santa patrona del arma de artillería.
Fuente: https://www.valledeelda.com/