POR GABRIEL SEGURA HERRERO, CRONISTA OFICIAL DE ELDA (ALICANTE).
Un 13 de agosto de 1959, tal día como hoy de hace 65 años, fallecía a los 82 años Manuel Martínez Lacasta, conocido popularmente como “Manolico el Sacristán” o “Manolico, el de los globos”. Nacido un 14 de febrero de 1877 en la calle Los Giles, de estirpe eldense, vinculada desde el 1703 a la sacristanía de la parroquial de Santa Ana, desde su juventud, su vida quedó ligada, sin él saberlo, a una de las señas culturales de las que hoy Elda se siente orgullosa: el lanzamiento de globos aerostáticos durante los días grandes de las Fiestas Mayores.
Desde 1894, con tal solo 17 años, asume la responsabilidad de la construcción del globo aerostático dedicado a la Virgen de la Salud. Implicación para con la celebración de las Fiestas Mayores de Elda que le llevó a formar parte de la Mayordomía de la Virgen de la Salud (1900), al igual que su hermano Dionisio, el sacristán (1904).
Durante más de medio siglo, y ejerciendo su eldensismo, de forma humilde y discreta, Manuel Martínez Lacasta fue el responsable de esta singular tradición eldense recuperada en el año 2012, tras 53 años de interrupción. Como nos relató el recordado Ramón Candelas, Manuel “… dibujaba, hacía los patrones, recortaba el papel de seda, encolaba con engrudo y colocaba el aro y la cruceta donde iba el mogollón de algodón y estopa que, impregnados de alcohol y alquitrán, darían lugar ardiendo a la fuerza ascensional… parece una cuestión fácil, pero había que verlo en acción, teniendo en cuenta que el globo podía medir de cuatro a cinco metros de altura. Un bombero sujetaba la parte superior del globo al extremo de una alta escalera de tan benemérito cuerpo, mientras, a ras de tierra, el Sr. Lacasta encendía el revoltijo de estopa y brea, en uno de los momentos más intensos y peligrosos porque en ellos el aeróstato podía incinerarse antes de iniciar su ascensión”. Todo ello ayudado por sus hijos Manuel, Joaquín, Luis y Roberto.
Fueron las Fiestas Mayores de 1959 las primeras en las que se interrumpió la tradición de la suelta de globos. El fallecimiento en agosto de Manuel impidió que ese año se soltaran los globos desde la explanada entre el Mercado Central y la Plaza Castelar.
Como bien recuerda su nieto Constantino, la laboriosa dedicación de Manuel Martínez Lacasta a Elda, a sus Fiestas Mayores y al “ser eldense” fue pagada con ingratitud y olvido el día de su fallecimiento. De nada le valió su implicación con las Fiestas Mayores, con la banda Santa Cecilia, con la Cruz Roja o con la cooperativa de la Fraternidad. Su fallecimiento pasó sin pena ni gloria. Ni la prensa local ni las revistas de fiestas recogieron ni siquiera una simple nota de condolencia o de recuerdo. Nada de nada. Solo silencio. Ni tan siquiera la banda Santa Cecilia acudió a rendirle honores como músico y directivo que fue de la misma.De sabios es reconocer los errores y asumir las culpas. Como eldenses estamos en deuda con don Manuel Martínez Lacasta. A toda hora es tiempo de buscar un espacio urbano donde recordar y homenajear a este eldense que tanto hizo por nuestras señas de identidad y que nada pidió a cambio. Sesenta y cinco años de olvido son más que cualquier condena.
FUENTE: https://www.valledeelda.com/blogs/cronicas-eldenses/47304-elda-sin-globos.html