POR ÁNGEL RÍOS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE BLANCA (MURCIA)

Asistí al multitudinario entierro de César Salvo García, este 10 de octubre de 2023, a las 11 de la mañana en Villar del Arzobispo, en él, uno de sus muchos amigos, Ezequiel Castellano i Moreno, al finalizar, leyó en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Paz y después en el cementerio, una buena definición de cómo era César y que ha tenido la gentileza de facilitármelo, detalle que le agradezco, que tituló.

ELEGÍA A CÉSAR

Nos hemos reunido hoy aquí para despedir a un almogávar de la cultura, un amante del teatro, un apasionado de la historia local y un fiel consumidor de productos literarios, pero también un investigador y un forofo de la toponimia y de la preservación de los legados de nuestros antepasados.

César Salvo ha sido todo un referente en todos estos campos y ha sabido poner el acento de la comarca en todo cuanto hacía, pensaba o desarrollaba des de los diferentes puntos de responsabilidad que ha ocupado.

Su formación como licenciado en Hispánicas y en Literatura Española, hizo de César una persona atenta a todas las vicisitudes lingüísticas que se le planteaban y como fiel discípulo de Don Vicente Llatas, supo marcarse objetivos en la recuperación de la memoria de su pueblo (el Villar) y, por ende, del conjunto de la Serranía, punto geográfico y humano en el que desarrolló un gran camino.

Los que aquí nos hemos reunido hoy y otras muchas personas que no han podido acudir, tenemos muy valorado a César por cuanto deja y por todas sus investigaciones, pero también como persona comprometida con su pueblo, con sus gentes y con la comarca y el País Valenciano.

Durante su corto proceso de enfermedad, se han ido pronunciando personas de todos los colores y tendencias. Cito algunas:

Para Ramiro Rievra “se pierde otra voz en la Comarca”.

Rafa Gil asegura que para él, “César será siempre un referente; una persona que he estimado y que seguiré estimando en el recuerdo”.

Pilar Moreno Estevan dejaba escrito a las redes sociales que César Salvo “estará en la historia de nuestro pueblo y de la comarca como un referente importantes por su legado y su compromiso. El tiempo le dará el lugar que se merece”.

Vicente Soriano afirma que “la seua atenció i ajuda ha esta peça clau en els projectes comuns. Ha estat un home compromés i actiu i pensé que las nostra societat necessita persones com ell.”

Para Vidal Balaguer, César “era una gran persona y su partida me causa un dolor enorme por una persona a la que su pueblo no supo apreciar cómo se merecía.”

Pues eso; las personas que nos hemos juntado hoy, coincidimos en todo esto y por esa misma razón, permitidme que finalice este obituario a la manera que lo haría Antonio Machado…

 

ELEGIA A CÉSAR SALVO

En el Villar, su pueblo y el mío,

se me ha muerto, como del rayo, Cesar Salvo,

con quien tanto quería.

Yo quiero ser, llorando, el hortelano

de la tierra que ocupas y estercolas,

compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles y órganos

mi dolor sin instrumento,

a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.

Tanto dolor se agrupa en mi costado,

que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,

un hachazo invisible y homicida,

un empujón brutal te ha derribado.

Temprano levantó la muerte el vuelo,

temprano madrugó la madrugada,

temprano estás rodando por el suelo.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:

por los altos andamios de mis flores

pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.

Volverás al arrullo de las rejas

de los enamorados labradores.

las aladas almas de las rosas…

de almendro de nata te requiero,

que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

Recordemos que César Salvo García fue nombrado Cronista Oficial de Villar del Arzobispo (Valencia) en marzo de 2011 y, en ese mismo año, se asoció a ACORV y RAECO, participando, en noviembre, en el XXXVII Congreso de RAECO, celebrado en Valencia con la comunicación La segregación de la Iglesia de El Villar de la de Chulilla, cuyo protagonista fue Juan de Ribera, a la sazón Arzobispo de Valencia y Señor de El Villar.

César me honró con su amistad y seguro que permanecerá en nuestro recuerdo siempre, Descanse en Paz.

FUENTE: Ángel Ríos Martínez