POR DOMINGO QUIJADA GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE NAVALMORAL DE LA MATA (CÁCERES)
Tras la entrada de los franceses en España, y una vez que se produce el levantamiento de los madrileños el 2 de Mayo de 1808, se suceden los conflictos bélicos en nuestras comarcas con sus lógicas repercusiones. La situación de Navalmoral junto al camino real de Extremadura y en las proximidades del puente de Albalat y de diversos vados del Tajo y Tiétar será crucial, además de su importancia demográfica y económica.
Debido al vacío de poder originado por la ausencia de Carlos IV y Femando VII, gran parte de la población se opone a los franceses y se organiza en juntas locales y provinciales, que asumen la soberanía. Después se crea la “Junta Suprema Central”, con el objetivo de coordinar la guerra contra los galos, al mismo tiempo que pedía ayuda a los ingleses y portugueses (especialmente). Y, ante la ausencia real, también se ocupó de imponer tributos y de garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Centrándonos en nuestra zona, tras el alzamiento del 2 de mayo, se crea en Plasencia una Junta Local de Defensa y Armamento, presidida por el obispo D. Lorenzo Igual de Soria, siendo vicepresidente don Antonio Arce. La cual animó a que la gente de la margen derecha del río Tajo se armara, lo que fue seguido por un destacado número de hombres: con todos los reclutados se formaron cuatro batallones, que la Junta distribuyó entre Plasencia, Jaraíz, Navalmoral y Coria. Y, a los que no pudieran participar con las armas, se les pidió que colaboraran de acuerdo a sus posibilidades, bien con dinero o con otro tipo de auxilio.
La Junta Suprema de Extremadura declaró la guerra a los franceses, pero ésta tardó algún tiempo en afectar directamente a su territorio, pues la derrota de las tropas galas en Bailén (19 de junio de 1808) dio lugar a una retirada parcial de éstos.
De acuerdo con lo anterior, don Antonio Arce (vicepresidente de la Junta de Plasencia) establece en Navalmoral su Cuartel General el 2 de julio de 1808, al mando del Regimiento de Infantería Voluntarios de Plasencia, dividido en dos batallones de 5 compañías cada uno, con 1.100 miembros en total. Instalan un hospital en esta Villa y hay que dotarles de todo lo necesario (con los gastos lógicos). Comienzan las labores de espera y vigilancia.
Fue una situación transitoria, pues la llegada de Napoleón a España reanimó la Guerra y, en diciembre de ese año 1808 (día 11), los galos llegan desde Madrid y toman Talavera de la Reina, dominando en pocos días toda la margen derecha del Tajo, incluyendo el Arañuelo.
De ese imponente contingente se desgajan varias secciones, que se encargan de ocupar los lugares estratégicos. De ese modo, tropas francesas en número de 6.000 y al mando del mariscal Víctor se adueñan de Navalmoral el día 14. Mientras el ejército español compuesto por el citado Regimiento de Infantería Voluntarios de Plasencia, a los que se habían unido fuerzas del Ejército de Extremadura encabezado por el general Galluzo, se retira hasta el Tajo para defender el puente de Almaraz (Albalat).
Los primeros datos de esa fecha tan aciaga en Navalmoral reflejado en los Archivos (Municipal y Parroquial) fueron dos:
La llegada del famoso “Bando” del alcalde de Móstoles a Navalmoral (ver mapas adjuntos), para que desde aquí fuera transmitido al resto de Extremadura.
Y las heridas que sufrió el párroco de San Andrés, don Blas Ramón Santos, junto al arroyo de la Parrilla a cargo de un soldado francés de caballería, que le propinó tres golpes de sable. Tras vagar por varios pueblos del entorno para intentar curar sus heridas, regresó a Navalmoral y falleció en noviembre de 1809.
Las consecuencias en Navalmoral fueron trágicas: muertes directas (aunque no muchas) e indirectas (muchísimas más, por la carestía y epidemias), robos, incendios, destrucciones masivas, incautaciones, huida de gran parte de la población, etc.