El escritor y colaborador de ‘SegoviaDirecto.com’ y cronista oficial de Braojos de la Sierra y La Acebeda, Apuleyo Soto Pajares, presentó este martes, 10 de octubre, su libro ‘Versos juguetones. Poemas y teatrillos infantiles’, publicado por el Grupo Editorial Sial Pigmalión, en el Colegio de Filosofía y Letras y Ciencias de Madrid.
En el acto han intervenido Francisco Rivero, periodista, cronista oficial de Las Brozas y escritor; Basilio Rodríguez Cañada, presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión; y Apuleyo Soto, autor del libro.
Apuleyo Soto Pajares (Cozuelos de Fuentidueña, Segovia, 1942) es maestro, dramaturgo y periodista. Buero Vallejo le definió como «niño con barba y duende con pipa» en el prólogo a sus farsas infantiles (Editorial Fundamentos, Madrid, 1982), donde le comparó con Benavente, Lorca, Valle-Inclán, y Casona.
Ha publicado: Doña Noche y sus amigos, El buey de los cuernos de oro, Una casita roja, Cuento de brujas o algo así, El país de la Luna Grande, Noticias de un día, Vida privada, La poesía es una niña, Los tres hermanos, Tres chicos en una isla y Los amores del Arcipreste, entre otros.
Su libro más leído es Pepín Pepino, el fantasma miedoso (Editorial San Pablo, Madrid), con el que lleva los últimos años recorriendo colegios de toda España.
Versos juguetones. Poemas y teatrillos infantiles
Apuleyo Soto nos ofrece en este pequeño gran libro un ramo de poemas tiernos y juguetones, de fácil memorización y recitado, que harán las delicias, en el cole, de profesores y alumnos, y de toda la familia en casa. También se incluye una segunda parte conformada por tres breves y divertidas obras de teatro de versos ágiles y musicales, pensadas fomentar la participación, la espontaneidad y la creatividad de los más pequeños.
La experiencia docente y periodística del autor dota a estos Versos juguetones de una expresividad poco común, a pie de clase y calle, que transmite subliminalmente valores de libertad y responsabilidad.
Alejados de la actual ñoñería infantiloide, sus poemas para niños se entrañan y reflejan en la lírica clásica viva, sin ser copia de nadie, sino asunción de todos los creadores que en el mundo han sido.
Ritmo y rima, verso a verso, se aposentan musicalmente en el corazón del lector y le conducen, con suavidad y a la pata la llana, al sentimiento y la reflexión.
Fuente: http://segoviadirecto.com/