POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DEL CONCEJO DE PARRES (ASTURIAS)
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Fíos (Parres) se vio desbordada este mediodía para despedir a una de sus más queridas y apreciadas vecinas, una mujer siempre preocupada por acercar la cultura -contemplada desde todas sus vertientes- y especialmente volcada en los Encuentros Culturales que con tanto interés coordinó, y que inauguraba el pasado mes de octubre en su VI edición.
Por la antigua biblioteca del Monasterio de San Pedro de Villanueva (hoy Parador Nacional de Cangas de Onís) pasaron muchísimos ponentes, se estudiaron y analizaron multitud de temas de todo tipo, casi siempre relacionados con la Historia de Asturias y -más concretamente- con la Historia de estas tierras del Oriente.
Nada se le quedó atrás, desde el Paleolítico hasta la Romanización, desde Pelayo a Jovellanos, desde Guadalete a Covadonga, desde Favila a Frassinelli; sin olvidarse de mil temas relacionados con el Medio Ambiente, paisajes, ecologismo y muchos otros.
Academias, monasterios e iglesias, política, Bellas Artes…nada le era ajeno y se involucró en traer al antiguo Monasterio de San Pedro a multitud de eruditos en todas las materias.
En su despedida de hoy no faltaron algunos de esos ponentes, acompañando a su familia, la cual se vio arropada también por muchos amigos, compañeros y vecinos.
Con 67 años, la siempre amable y sonriente Dulce María Prida, descansa en su Fíos del alma, por el que tanto trabajó.
Sólo la muerte acaba con los seres que se aman, pero nunca con el recuerdo de cuanto fueron.
Un día la ausencia se ampara en aquello que fue vida y parte de nosotros mismos, quedando obligados a caminar con la evocación y la añoranza de quienes nos precedieron.