POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Se dice, se cuenta, que el kiwi fruta (no el kiwi animal neozelandés) tiene su cuna en China y no en Nueva Zelanda como cree mucha gente. La historia es muy sencilla y se la cuento resumida.
En el año 1906 -hace poco más de 100 años- un neozelandés, Alexander Allison, recibió unas semillas de Actinidia chinensis que le envió un amigo suyo chino. Nacieron los arbustos, dieron fruto… y pasaron desapercibidos hasta que en 1937 un horticultor de la zona amante de lo novedoso, Jim Mac Loughlin, se decidió a cultivar una gran extensión de terreno con estos arbustos y comercializar sus frutos con el nombre de KIWI, que es el pájaro «nacional» de Nueza Zelanda.
Actualmente el cultivo de kiwi está extendido por todo el mundo. Por supuesto, Asturias es región comprometida con esta fruta y su éxito comercial está asegurado.
Pero como los gustos y las ciencias «avanzan que es una barbaridad» (así se canta en La Verbena de la Paloma»), la modernidad actual promociona «LO MINI». Hay «minicoches» (¿recuerdan el Biscuter, el Isetta, el Topolino…de la década de 1950?), minipasteles, minifaldas que ocultan minibraguitas… Y si nos movemos en campos de gastronomía hay minitomates (que llaman tomatitos cherry o tomatitos avellana), minipepinillos, minipatatitas (que en Asturias decimos «patatos») ¡qué se yo!
Pero verán mi sorpresa de hoy.
Mis amigos Juan y Marta, que regentan los supermercados HEMARK -yo soy cliente habitual del de la calle Ezcurdia, en Gijón (Asturias)- y que están «muy al día de las novedades del momento» me advierten de una curiosa variedad de kiwi: el MINIKIWI, KIWI ENANO, KIWI BERRY… del tamaño de una aceituna grande y del que es comestible hasta su piel. En Galicia ya se cultiva desde hace varios años con el nombre, ¡cómo no!, de KIWIÑO y que en Asturias debiéramos llamar «KIWINÍN» (plural, KIWININOS»).
Su sabor, como el del kiwi grande, es dulce con un suave toque de acidez. Y, claro, dado su «tamañín», se van comiendo como las aceitunas: de uno en uno» y de seguido».
Que son un vicio, ¡vaya!
Pues ya lo saben, amigos fruticultores de Asturias, el KIWINÍN está de moda.
Aprovechen el momento.