POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
La historia empieza en 1914 cuando la familia lastrina VICTORERO LUCIO, en cumplimiento de un promesa, proyecta levantar una CRUZ en la cumbre más alta de la sierra del Sueve: el PICU PIENZU (1.160 m de altura). Ese proyecto se hizo realidad el 25 de septiembre de 1915.- El coste del proyecto ascendió a 50 reales (12,5 pesetas).
La Cruz, de madera de roble y altura de unos 7 m. fue destruida a causa de un temporal en 1925. La familia Victorero levantó una nueva Cruz, también de madera, en 1928; de nuevo destruida (accidental o deliberadamente) en 1941. Esta costó 1.800 pesetas
Y otra vez más los hermanos Victorero, con la colaboración de los Ayuntamientos de Colunga, Caravia, Parres y Piloña y la Diputación Provincial, apuestan por una tercera Cruz, en este caso de hierro galvanizado y de unos 13 m de altura, cuyo presupuesto ascendió a 22 000 pesetas. Fue inaugurada el 18 de septiembre de 1955.
Desde entonces, si el tiempo lo permite y hay ánimos para ello, cada 14 de septiembre -día de la Exaltación de la Santa Cruz-, las gentes colunguesas «peregrinan» a la Cruz de Pienzu para asistir a la Misa que allí se celebra para después, en merecido descanso, cumplir lo que aconseja el refrán: «DE LA MISA, A LA MESA».
La «subida a Pienzu» no es muy fatigosa, excepción hecha del último tramo, y debe hacerse con calma, buen humor y disfrute del paisaje. Lo dice el cantar:
«La cuesta del Picu Pienzu,
mi Dios, ¿quién la subirá?
Les mocines de Colunga
con mucha serenidá.»