POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBON (BADAJOZ)
Soy fiel militante, en el desayuno, a la tostada acariciada por la frescura del ajo, lubricada por el sagrado óleo del aceite, aderezada por la sal al ritmo de un generoso salero y enrojecida por la sin par dulzura de nuestro querido pimentón. Alguien ha dicho que hay que desayunar como reyes, almorzar como ricos y cenar como mendigos. Todo con una buena ración de tertulia en la mejor mesa de todas las posibles, la de la amistad. Deseoso que lleguen esos días.