POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL E MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Cuando el sol no puede quitarse el frío de la cara. Cuando las hojas abandonan los árboles y duermen en el suelo. Cuando hay más ropa en la cama y mesas de camilla con enagua y brasero, principiamos el día con un plato de migas que nos alivie de los escalofríos y encogidas que nos introduce en el cuerpo las mañanas frescas que piden leer el cartel del Bar Patro: “Llegó octubre y por no perder la costumbre, pusimos las migas en la lumbre”.