POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Pasaron las fiestas navideñas y la normalidad, incluidas las rebajas y la llegada de las facturas pagadas con tarjeta, llega a nuestra vida.
Sigue -y prosigue- la «coña marinera» de la anormal Cabalgata de Reyes en Madrid, diseñada y realizada por quienes -así lo confesaron- ni son creyentes ni nada que se les parezca.
En fin, de algo absurdo hay que discutir, pues como escribió un pensador americano: «Si quieres ser feliz, procura demostrar tu incompetencia en cosas sin importancia».
Días atrás publicábamos una muestra de los versos que escribía doña Belarmina Montes para ser recitados por niños y niñas del Catecismo colungués.
Y de repente, a modo de destello y de estrella de los Magos, «se hizo una nueva luz».
XANA GANCEDO, una buena amiga de Huerres (Duz-Colunga), «fía» de Servando y de Sara, me alerta con esta pregunta: ¿Recuerdas que por los años de 1960 CARMINA PERTIERRA, a la que llamábamos «Carmina la del Foyu», también escribía versos para leer en la Iglesia de San Juan?
Te mandaré algunos, que los tiene mi primo Juan Carlos.
Dicho y hecho.
Me mandó tres de esos breves poemas. Un tesoro. Disfruten con el titulado EL NIÑO DE BELÉN:
«¿Por qué creéis que me puse
encima d´esti sillón?
Como no lo adivináis
voi a decívoslo yo.
Anoche estuve soñando
que con los tres Reyes Magos
yo también hacia Belén
iba cantando y bailando.
Y cuando po la mañana
abrí yo los mis güeyinos,
toda plasmada quedé
al ver tantos regalinos.
Acordeme del Neñín
que tan probiquín nació.
Y pensé…¡ d´ estos regalinos
voy a llevai el mejor!
Pero díjome mi güela,
que entiende mejor que yo,
¡mira, nieta, esti Nenu
lo que quier ye el corazón!
Entonces, vengo a traelu
con el mayor entusiasmu
pa que se quede con él
y non llore tou el añu»
Era párroco de San Juan de Duz, en esa época, don Valentín Gorostiaga Curieses, Licenciado en Filosofía y Letras y doctor en Ciencias Bíblicas. Un personaje singular, al que debo muchos favores y que siempre me honró con su cariño y amistad.
Gracias, Xana, por este impresionante «regalo de Reyes» que, estoy seguro, emocionará con su recuerdo a muchos feligreses de Huerres, de San Juan y de La Poledura.