POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Bendito sean estos días, este tiempo, estas tardes de diciembre. Estos días de olor a almendra, limón, miel y canela. Estos días en los que Ella abre su mano en forma de cuna, para cantarle una nana al niño que abre sus brazos: “Que nadie lo despierte que se ha dormido”. La tarde, la luz chica de diciembre, cierra los ojos de azul y plata. Avanzamos hacia el IV Domingo de Adviento. En siete días, nochebuena.