POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Han florecido los cantuesos, la jara muestra su apogeo y el brezo proclama que es el señor de nuestras sierras. Las higueras andan vistiéndose de verde y las encinas vigilan. Los demonios se esconden por los rincones tras el ruido de cohetes, sones de la Banda de Cornetas y Tambores y repicar de campanas que tocan a fiestas por la vida. La Nava de Santiago (Badajoz) tendría que celebrar este domingo su tradicional Romería (1961-2020), conocida popularmente por “Matapegas”, lugar donde se celebra, en honor a su Patrona, Santa Quiteria, resultando preciso para ello saborear el vino de una pitarra recién pinchada.
La Romería es un día de domingo con alegría y fiesta. De diversión y convivencia. Porque en ella, el naveño comparte cuanto tiene: encina, comida, bebida y amistad. Afirmo que en La Nava de Santiago, en su romería, nadie se siente forastero.
Este año no puede ser, el coronavirus lo impide, son días de confinamiento. Pero el año que viene seguro que sí y se cumplirán sesenta años de este rito hermoso, alegre y festivo que se vive un domingo después de Resurrección. Regresando las tardes de quinario y rezo. El olor a ropa tendida, oreada por un sol roto, rajando la cal rizada de las fachadas de las casas y la pintura de sus zócalos. Volverá. Sí, seguro que sí, lo más querido y lo más sagrado. Volverá Santa Quiteria.