POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA)
Manuel Serrano y Sanz, publica en 1916, en la Revista de Archivos, Biblioteca y Museos un artículo sobre la pintura en Aragón durante los siglos XIV y XV. En él incluye un documento fechado en Zaragoza en 1466, por el que se encomienda a los pintores Miguel Ximénez y Salvador Roig la ejecución de un retablo para la iglesia parroquial de Malanquilla.
Este documento, más allá de su valor para la historia local, tiene su importancia por ser el primer testimonio escrito de la presencia de Miguel Ximénez en Aragón, si exceptuamos un contrato de aprendizaje, de 1462, en el que Ximénez consta como testigo.
Miguel Ximénez, gran figura del estilo “hispanoflamenco” y una de las más notables del “gótico final”, fue uno de los más destacados pintores de la época, llegando a ejercer como pintor de Fernando El Católico en 1484 y de su hijo natural y arzobispo de Zaragoza, Alonso de Aragón.
Es un autor castellano, natural de la provincia de Guadalajara aunque durante varios años trabajó en Aragón. Entre sus realizaciones, generalmente en colaboración con otros autores como Martín Bernat, Salvador Roig, Juan de Boniella, Bermejo y Martín de Larraz, cabe destacar la capilla de San Pedro (1480, La Seo, Zaragoza) y otros trabajos para las iglesias de Blesa (entre 1483 y 1487, Museo de Bellas Artes, Zaragoza), Sijena (1494), Salvatierra (1498), y en 1499, junto con su hijo Juan, otro para el Pilar y otro para la iglesia de Tamarite de Litera (1500), perdido en la Guerra Civil.
Es autor además de las tablas de San Blas y de La Presentación de la Virgen en el Templo, perteneciente a su círculo, óleos pintados entre 1490 y 1500 (Museo de la Fundación Lázaro Galdeano, Madrid), si bien, actualmente existen dudas sobre su autoría.
Otros retablos de Jiménez fueron para las iglesias de Pastriz, Alfocea, Ejea, Pradilla, Tardienta, Malaquilla y de La Merced (Zaragoza), algunos de los cuales no han llegado hasta la actualidad. En el Museo del Prado de Madrid se conservan las siguientes tablas, realizadas a temple, óleo o mixto: La Resurrección del Señor, La Trinidad, San Miguel y La Crucifixión.
Para conocer más a fondo el trabajo de este insigne artista, reconocido como uno de los mejores pintores españoles de la época, por su manera suelta, fresca y jugosa, os recomiendo el documento firmado por Alberto Velasco González, “Aportaciones a los catálogos de pinturas de Miguel Ximénez…” https://repositori.udl.cat/bitstream/handle/10459.1/69538/023529.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Lamentablemente del retablo encargado para Malanquilla se desconoce su paradero. Muchas de las obras de Miguel Ximénez han acabado en colecciones privadas y en museos de América y Europa, por lo que no sería descabellado pensar que tal vez formara parte, entero o por tablas, de alguna de estas colecciones. Lo que sí conocemos es la disposición de figuras en el retablo y su coste, merced al acuerdo alcanzado ante notario.
Este valioso documento dice:
Concordia de capítoles (escrito dividido en apartados para su buen ordenamiento y comprensión) o capitulaciones hecha entre el honorable Martín de Fijas, escudero, y Salvador Roig y Miguel Ximénez, pintores, sobre la factura de un retablo para la villa de Malanquilla, aldea de la ciudad de Calatayud.
Primero que los dichos pintores sean tenidos para hacer un retablo de tres codos de amplio y de cuatro de alto, de buena fusta y bien ensamblado y aparejado.
En dicho retablo habrán de pintar la invocación de Santa María: en la parte del medio la imagen de Santa María sentada, con Jesús, y en los costados, repartidas, seis historias de los siete gozos; (La Anunciación, la natividad de Jesús, la Adoración de los Reyes Magos, la Resurrección de Jesús, la Ascensión de Jesús, Pentecostés o descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y María) y en la punta sobre la pieza del medio habrá de estar el séptimo (la Coronación de la Virgen en el Cielo); todos bien acabados como merece semejante obra, y en cada historia tendrá que haber una imagen ataviada de brocado (tejido de lujo, muy cargado, de seda hecho con varias tramas), y otra de azul fino, o más si fuera preciso a juicio de los dos maestros.
En el banco habrá de haber una custodia tan amplia como la quinta parte de la longitud, con su entalla o mazonería (piezas en relieve), y tan alta como la altura del banco, bien dorada de oro fino y se pintará a la Piedad, y San Juan y Santa María, y en las cuatro partes restantes del dicho banco cuatro casas, y en cada casa una imagen: San Jorge, San Blas, San Fabián y San Sebastián, bien acabadas de oro y de azul, como se merece, a conocimiento de los dichos maestros.
Además, las tallas y adornos serán como los del retablo de don Pedro de Francia, que está en San Gil, (iglesia de San Gil Abad en Burgos), bien dorada la talla de buen oro fino, y en la pieza del medio haya de haber una tuba (instrumento musical), la que fuera menester, bien dorada de buen oro fino, y que la dicha pintura del dicho retablo sea tan buena como la tabla de la Salutación que fue hecha para la Covijera, y que el dicho Salvador (Roig) trae como muestra, y esto todo a conocimiento de los dos maestros, uno por cada parte, mediante sacramento (para el cristianismo , es un rito ceremonial que por un signo o acto visible representa una realidad invisible de Dios y que permite al creyente compartir esta realidad).
Por esta concordia entre las dichas partes y el escudero Martín de Fijas la factura de dicho retablo será de ochocientos sueldos dineros jaqueses, a entregar de esta manera: los cuatrocientos sueldos para la fusta, y para dorar, dibujar y acabar; y los otros cuatrocientos cuando dicho retablo esté terminado, y juzgado por los dichos maestros, y asentado en su lugar en la iglesia de la dicha aldea de Malanquilla.
Dado en Zaragoza a 7 de febrero de 1466. J.Barrachina (APZ).
Finalmente, quiero hacer notar que este retablo tendría como destino el altar mayor de la antigua iglesia de Malanquilla, ya que la actual fue bendecida en 1594 por el Obispo de Tarazona, Pedro Cerbuna, Fundador de la Universidad de Zaragoza.