POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Bajo la bóveda del Niemeyer vi la inquietante muestra de Juan Genovés y sus hijos: un vídeo con historietas surrealistas, algo cargantes, un recorrido por “Resistencia”, obra antifranquista en la que destaco, de largo, “El abrazo” (1976), acrílico sobre tela, de 1,50×2,00m., que más parece fusilamiento que reconciliación, y, sobre todo, sus grandes e interesantísimos lienzos de multitudes, de masas, muta diría Canetti, figuritas cromáticas en relieve y perspectiva cenital, que invitan a observar los lienzos al bies; gentío que puede ser osado o sumiso, simbolizar la redención o la esclavitud, turba ambigua que se me antoja siempre aterradora, aunque Genovés la pinte naif. La exposición se titula “Unidad dividida por cero”, problema matemático sin respuesta clara, porque dividir algo entre nada, más que el infinito, que lo figuro cerrando los párpados, me evoca el agujero negro, la cuenca vacía de los ojos.
Fuente: https://www.lne.es/