POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
En el claustro de la catedral de Ávila, la ciudad de la apasionada Santa Teresa de Jesús, está el enterramiento de Adolfo Suárez (1932-2014) y su mujer Amparo Illana (1934-2001), con el texto que algunos pisotearon y siguen pisoteando con desprecio: “La concordia fue posible”. Cerca de ellos el historiador y presidente del gobierno republicano en el exilio, entre 1962 y 1971, Claudio Sánchez Albornoz (1893-1984), con la fuerza de su mensaje: “Sólo tengo una palabra: paz. Ya nos hemos matado demasiado; entendámonos en un régimen de libertad poniendo todos de nuestra parte lo que sea necesario”.
Frases para ser tenidas en cuenta en estos tiempos de separaciones, fronteras, pérdida de valores y tantas barbaridades que se dicen desde el arrabal de la palabrería. “La erosión de la democracia pone en peligro las libertades”, lo dijo ayer el rey Felipe VI.