POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Mañana, 18 de febrero, la Iglesia celebra la festividad del Beato Giovanni da Fiesole (Vicchio 1395-Roma 1455), en el mundo (es decir, su nombre de pila) Guido di Pietro da Mugello, fraile dominico (la famosa Orden de Predicadores) donde él predicó, no con la palabra, sino con la exquisita finura y sensibilidad de su pintura. El Papa Nicolás V, conocedor de su arte y de su apostolado «didáctico-pictórico», quiso nombrarle obispo de Florencia, dignidad que con firme humildad rechazó el buen fraile. Tal fue su bondad, tal su sencillez, y tan grande y sublime su arte que muchas gentes le calificaron como un «ser angelical»; de ahí el sobrenombre con que se le conoce: FRAY ANGELICO o FRA ANGELICO.
El cuadro de LA ANUNCIACIÓN, conservado en el madrileño Museo del Prado y que aquí reproducimos, es ejemplo de la pintura religiosa de esa época.
¡Oiga! , preguntarán, ¿y este humilde dominico tiene algo que ver con un cierto licor de avellana que «invadió» España en los años finales del siglo XX?
Pues más bien no.
Me explico: Es conocida la cultura botánica -amén de otras ciencias- presente en los monasterios, conventos, etc. Sabiduría que, así como quien no quiere la cosa, condujo a la elaboración de licores muy singulares; el «benedictine», el «chartreusse»; nuestro riojano «licor de Valvanera», son ejemplos de esa «ciencia licorera»monacal.
Pues cuenta una tradición, más bien leyenda o invención, que en tiempos del siglo XIII un santo monje ermitaño habitaba en unas cuevas existentes en unas montañas o colinas del Piamonte italiano. Y que allí, en días de meditación, rezo y «destilación», dio vida de realidad a un licor con base de avellana… y otros secretillos. Como se le suponía santo de bondades celestiales las gentes le decían Fra Angelico. Si existió -cosa que dudamos seriamente- nada tiene que ver con el Fra Angelico, fraile dominico, pintor, beato y patrono de pintores y artistas.
Otra cosa es que tal leyenda diera cuna y nombre a un exquisito licor de avellana elaborado en Italia y envasado en botella con forma y cordón de hábito franciscano.
En nuestra Asturias -TÉNGANLO MUY EN CUENTA- TAMBIEN SE ELABORAN LICORES DE AVELLANA, y, pueden creerme, están «de rechupete».