PRESENTADO EN XIXONA EL LIBRO JOSÉ IVÁÑEZ BALDÓ, UN ARQUITECTO FRENTE AL CAOS URBANÍSTICO.
Sep 26 2022

POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE).

El viernes 16 de septiembre a las 20.00hs en el Teatret de Xixona se procedió a la presentación del libro José Iváñez Baldó, un arquitecto frente al caos urbanístico escrito por Joaquín Santo Matas. 

Más que la presentación de un libro tuve la suerte de asistir a un sentido homenaje, muy merecido, al arquitecto municipal de Xixona más longevo, al desempeñar el cargo desde 1934 hasta su jubilación forzosa en 1976 cuando tenía 70 años y el más prolífico, no sólo construyó edificios municipales, sino también privados y además de sus manos salieron el diseño de barrios tan emblemáticos para los jijonencos como los del doctor Ayela, San Sebastián, Maria Verdú o Sagrada Família.

La iglesia del antiguo convento de la Mare de Déu de l’Orito fue el mejor marco elegido no sólo por su rica decoración barroca interior; sino por encontrarse junto a la antigua fábrica de la Industrial Turronera SA, empresa fundada entre otros empresarios por el padre de José Iváñez y muy cercana al antiguo mercado municipal de abastos de 1960 y al barrio del Doctor Ayela de 1948-1950 construidos ambos por nuestro protagonista.

Al acto asistieron una treintena de familiares y amigos del arquitecto jijonenco.

Fue su nieta Montse Planelles quien explicó los motivos que llevaron a sus nietos a proponer la realización de una biografía sobre su abuelo. Entre estos se hallaban el desconocimiento de su obra profesional, porque apenas les contaba nada, el deseo de rendirle un homenaje a su abuelo y a su madre, Ana María Iváñez y la ilusión de dar a conocer a los jijonencos la pasión por su ciudad natal.

Ainhoa López Narbón, concejala de cultura destacó que es un placer patrocinar la edición de este gran arquitecto hijo de la ciudad más dulce del mundo. También destacó la figura de Joaquín Santo Matas, autor del libro.

Joaquín Santo Matas agradeció la confianza que la familia depositó en él para narrar la vida y obras de José Iváñez Baldó. También agradeció al ayuntamiento de Xixona por patrocinar el proyecto y al Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante por permitir el acceso a su importante archivo. Después resaltó a un grupo de personas que le han aportado documentación, fotografías, anécdotas e historia. Estos son: Manuel J. Matas; Alfredo Campello; Gabriel Segura, cronista oficial de Elda, Josep Mateo o Josep de Sílim, José Mira Amenós, Lluis Garrigós i Oltra, Pablo Armengol y “mi gratitud especial a Bernardo Garrigós, cronista oficial de Jijona, que me ha aportado con prontitud y eficacia toda la documentación, fotografías y asesoramiento que le he requerido”.

Tras ello pasó a explicar las características técnicas de la publicación que tiene un total de 177 páginas, donde la imagen gráfica tiene un gran protagonismo, puesto que entre fotografías e ilustraciones se superan las 175. El diseño gráfico y la maquetación de la obra han sido realizados por Pablo Armengol. 

El libro trata de narrar la vida familiar y profesional de este arquitecto nacido en Xixona, donde fue arquitecto municipal, pero cuya labor profesional le llevó a recorrer buena parte de la provincia de Alicante. El libro sigue un hilo cronológico y se divide en once capítulos que narran toda su vida. En la elaboración del texto Joaquín Santo ha tenido muy en cuenta enmarcar la vida profesional del arquitecto dentro de la situación económica, social y cultural de su querida Xixona.

José Iváñez Baldó nació el miércoles 21 de marzo de 1906 en la casa familiar situada en la avinguda de la Constitució nº 11. Era hijo del industrial turronero David Iváñez Mira y de María Baldó García. Su abuelo paterno era el exitoso turronero Antonio Iváñez Sirvent, proveedor de la Real Casa. Sus estudios primarios los realizó en la escuela municipal donde era su director Eloy Coloma. Estudió el bachillerato en Barcelona donde su familia tenía una fábrica de turrón. En 1934 terminó sus estudios de arquitectura y en agosto de dicho año fue nombrado arquitecto municipal de Xixona. Con su llegada a Alicante comenzó una exitosa carrera laboral que le llevó prácticamente a diseñar el desarrollo urbano de su ciudad natal construyendo los barrios del doctor Ayela, San Sebastián, María Verdú y Sagrada Familia y a dirigir las ampliaciones y construcciones de casi todas las fábricas turroneras durante las décadas de 1950 y 1960 y a realizar un sin fin de proyectos por toda la provincia. Alcanzó el cenit de su carrera en 1964 cuando fue elegido presidente del Colegio de Arquitectos de Alicante, cargo que ocupó hasta 1975. En 1976 se jubiló como arquitecto municipal de Xixona por imperativo legal. Su jubilación definitiva fue dos años después. Falleció el 23 de marzo de 1994 y fue enterrado en el cementerio municipal de Xixona.

Joaquín Santo remarcó su gran capacidad de trabajo, su profesionalidad, su buen hacer y sus rígidos principios morales. También destacó el enfrentamiento con el poder político al denunciar el caos urbanístico que comenzó a sufrir la ciudad de Alicante en la década de 1960 con la construcción de un buen número de rascacielos que rompían la armonía paisajística de la fachada litoral alicantina. Añadió el autor que José Iváñez se convirtió en un arquitecto social  muy preocupado en construir viviendas accesibles para todas las personas.  

Una de las cosas que más le sorprendió era su doble carácter, en Alicante era don José Iváñez, un arquitecto meticuloso, muy trabajador y con un semblante muy serio; en cambio en Xixona era Pepito l’arquitecte un hombre jovial, dicharachero capaz de bailar la danza con su balladora o de hacer de cabo de escuadra con sus compañeros del Marrocs. Joaquín narró una anécdota muy simpática producida en la década de 1960 cuando un preboste del régimen fue invitado a contemplar la entrada de nuestras fiestas en la tribuna de autoridades y cuando vio pasar a una escuadra de curtidos Marrocs, no daba crédito al ver al cabo que guiaba con sabia mano y mucha alegría a toda la escuadra. Este gerifalte lo único que hacía era preguntar al alcalde si era don José Iváñez Baldo el serio arquitecto alicantino. José Iváñez no sólo saludó a este preboste del régimen; sino que giró toda la escuadra, gesto que fue muy aplaudido por las personas que contemplaron la escena.  Según Joaquín cada vez que José Iváñez pisaba su tierra natal se transformaba era como si le diera nueva vida.                       

Por último Joaquín Santo aprovechó la asistencia de la familia de José Iváñez Baldó y de Ainhoa López Narbon, concejala de cultura para intentar solventar una injusticia que se produjo con el homenajeado. El 15 de diciembre de 1947 el pleno del Ayuntamiento de Xixona aprobó: “vista la meritísima labor realizada por el Sr. Arquitecto D. José Iváñez Baldó como asesor técnico del proyecto actualmente en tramitación y teniendo en cuenta su condición de hijo de Jijona, se acuerde que la Avenida Principal del Grupo se titule al rotularse Arquitecto Iváñez Baldó con el fin de testimoniarle (a) sus beneficiarios su más cordial agradecimiento,; se acordó acceder a lo solicitado y en su vista denominar a dicha Avenida, del Arquietcto Iváñez Baldó” comunicando esta resolución al interesado”. Si bien es cierto que en los proyectos presentados en el Colegio Oficial de Arquitectos de Alicante durante la década de 1950 y 1960 consta la construcción de edificios en la calle Arquitecto Iváñez Baldó, nunca llegó a rotularse con el nombre de este insigne arquitecto. El barrio y su única calle fueron conocidos como el barri del doctor Ayela, aunque popularmente recibió el nombre del barri dels Ganduls, por un árbol decorativo que se dispuso en la barriada. Es por ello que Joaquín Santo pidió que se corrigiera esta injusticia y se diera el nombre de José Iváñez Baldó a una calle de Xixona.

En él libro podremos descubrir la ingente labor profesional realizada en un sin fin de pueblos de Alicante, un buen número de edificios significativos, su pasión por la música no sólo como melómano sino como violinista y los homenajes que recibió a lo largo de su vida, porque como bien dice Joaquín Santo en el libro: “Un hombre íntegro, amante de su familia, recto pero bondadoso, profesional de extensa carrera como arquitecto, que merece el recuerdo y homenaje de estas páginas”.

Joaquín Santo Matas nació el 11 de septiembre de 1953 en Alicante. Estudió Historia en las universidades de Alicante y Barcelona.  Dirigió el  Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert entre septiembre de 2003 y febrero de 2009. Continuó su actividad cultural siendo miembro de la comisión científico-artística del Consorcio de Museos de la C.V. desde 2012 hasta 2015. Desde noviembre de 2014 es académico de la  Real Academia de Cultura Valenciana. Su gran labor divulgadora de la cultura alicantina en prensa, radio y televisión fue premiada en abril de 2015 con la concesión del Premio Hermes Comunidad Valenciana a la Comunicación. Ha publicado un sin fin de obras ,entre las que destacan los libros siguientes: Alicante 1939, El Campello, municipio del siglo XXI, Historia de la Sociedad del Canal de la Huerta de Alicante 1907-200 y ’30 alicantinos al servicio de la Humanidad.

En su biografía resalta no sólo su dedicación a la literatura sino también su pasión por la música; así entre 2011 y 2015 fue coordinador y programador de conciertos en el Auditorio de la Diputación Provincial de Alicante (ADDA), creando el ciclo de Jóvenes Promesas. En 2016 fue el primer presidente de la Orquesta Filarmónica de Alicante.

Últimamente resalta su labor en la sede universitaria de Alicante impartiendo conferencias sobre la vida y obra de un buen grupo de intelectuales y artistas alicantinos.

El acto lo cerró Ana María Iváñez Requesens, hija del homenajeado, quien agradeció a Joaquín Santo, al Ayuntamiento y a todos los colaboradores su implicación para que este proyecto viera luz. También destacó la especial vinculación de su padre con Xixona y manifestó su satisfacción porque todos los lectores puedan conocer la gran labor realizada por su padre. Fue sin duda la intervención más conmovedora de la presentación del libro.

Bernardo Garrigós Sirvent, cronista de Xixona coincidiendo con la presentación de esta publicación, aprovechó la ocasión para exponer en la misma sala del Teatret sobre dos mesas 5 proyectos de José Iváñez Baldo, procedentes del Archivo Histórico Municipal de Xixona. Son obras que abarcan desde 1946 hasta mediados de la década de 1960. Se trata tanto de edificios municipales como viviendas particulares. Tres de ellas fueron llevadas a la práctica, pero otras dos se quedaron en el tintero.

La primera era el proyecto de vivienda protegidas para funcionarios público grupo Emilio Asensi de 1946, que se construyeron en el solar que desde al menos el siglo XVIII ocupaba el pósito municipal en la entrada sur de la ciudad junto al puente de Alicante. Se trata de un proyecto que presenta una fachada con una curiosa forma semicircular que une las calles la Vila y el Vall y que se eternizó su realización durante una década. Al final el edificio fue empleado como sede del Juzgado de Instrucción y para otros muchos usos. En la actualidad es conocido como la Casa Pósito donde tiene su sede el AFA, la Asociación Española de la lucha contra el Cáncer y la Unió Musical de Xixona. Se expuso un dibujo a color de la fachada que se reproduce en el libro

El segundo proyecto era el plano del grupo de viviendas del doctor Ayela de 1948. Se trata de una perspectiva caballera coloreada de este grupo de viviendas que se construyeron entre las calles: Mare de Déu de l’Orito y Raval. Esta fue la primera ampliación urbanística que se realizó en nuestra ciudad desde 1924 cuando se amplió la avinguda de la Constitución y se trazaron las calles Abad Joan Andrés, Marcel Mira y Peixcateria. José Iváñez diseñó un grupo de viviendas compuesto por. planta baja con porche, comedor, sala de estar, cocina, aseo y despensa, la planta piso con tres dormitorios y patio. En diciembre de 1950 se entregaron las escrituras de las casas a sus afortunados propietarios. En este dibujo en su parte inferior se podían ver las casetas del antiguo calvario, que sería derribado en 1960 para construir el nuevo mercado municipal. El dibujo fue reproducido parcialmente en el libro.

El tercer proyecto era la construcción de una casa de planta baja y tres pisos con fachadas a las calles: Marcel Mira y avinguda de la Constitución para el farmacéutico local Luis Rovira Llinares. El edificio fue proyectado en 1950 y está situado en la zona norte de la avinguda de la Constitución y fue construida en su última expansión que se produjo desde inicios de la década de 1950 convirtiéndose en el eje de la vida social, cultural y económica de la ciudad del turrón. Es un edificio con planta baja y dos pisos en la avinguda de la Constitución con volúmenes geométricos puros y escasa decoración.

Pasamos a los proyectos que podríamos decir se quedaron en el tintero y por lo tanto son inédito. En 1949 diseñó un campo de deportes realmente espectacular no sólo para aquella época sino también para la actual. Sus instalaciones estaban formadas por: campo de fútbol con vestuarios, servicios, taquillas y bar, pista de baloncesto, dos pistas de tenis, un trinquete y una piscina con bar. Cada pista deportiva tenía sus correspondientes vestuarios. Iba a construirse en el espacio que unos años después ocupó el barrio de San Sebastián, es decir sus límites serían al sur la actual calle Hospital, al Este el Asilo Vicente Cabrera, al oeste la calle Castalla y al Norte el callejón que une las calles Sant Francesc y la calle Ibi. De este proyecto sólo se conservan los planos, desconocemos si se llegó a realizar la memoria y la valoración económica de las obras a realizar. Se expuso la planta general de este inmenso campo de deportes que nunca se llevó a la práctica.

El último se trataba de un dibujo en planta sobre papel vegetal para un matadero municipal. Esto es lo único que se conserva sobre este proyecto que ni tan siquiera está fechado.El matadero municipal fue construido en 1900 en un descampado detrás del antiguo convento de la Mare de Déu de l’Orito. En 1960 había sido engullido por el casco urbano estando completamente rodeado por edificaciones. En 1962 se decidió cerrarlo y construir uno nuevo sobre la montaña del Traves fuera del casco urbano (El barrio se construiría posteriormente). Fue un proyecto que fue incluido en el plan de obras de la Diputación por lo que el arquitecto fue Juan Antonio García Solera. Se construyó en 1964, pero tuvo una vida efímera siendo destruido para construir en sus inmediaciones el primer instituto de bachillerato de Xixona. El nuevo matadero municipal de 1964. – Bgarrigos07’s Blog (wordpress.com).

Esta muestra estuvo expuesta sólo el día de la presentación del libro y despertó la curiosidad de los jóvenes y mayores que asistieron al acto. Indicando uno de los asistentes con evidentes conocimientos técnicos sobre el mundo de la arquitectura que antes del autocad había vida. 

Un maravilloso libro que va a descubrir a los jijonencos una intensa carrera profesional desarrollada en gran parte de la provincia de Alicante y al arquitecto que diseñó la mayor expansión de la ciudad en toda su historia.

Este libro se puede adquirir en la conserjería de la Asociación Cultural Casino de Jijona.

FUENTE: https://bgarrigos07.wordpress.com/2022/09/24/jose-ivanez-baldo-un-arquitecto-frente-al-caos-urbanistico-un-gran-libro/ 

 

Add your Comment

Calendario

noviembre 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO