POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
La ermita de Jesús se fundó a finales del siglo XVII, comienzos del XVIII, por el carisma del emeritense padre Cristóbal de Santa Catalina. La capilla tuvo adosada un hospital para pobres y transeúntes. Uniéndose en los dos edificios culto y caridad. El hospital fue desamortizado pasando a ser gestionado por una Junta Municipal de Beneficencia, que delegó en la asociación del Corazón de Jesús y posteriormente en la conferencia de San Vicente de Paul, acabando en una escuela de niños, al que se le añadió una planta. Fue derribado para apertura de una nueva calle de la urbanización Huerta del Conde. La capilla está considerada como la Sixtina del barroco de Montijo por las obras de arte que conserva de artistas como: Ruíz Amador y Alonso de Mures (retablo mayor), la escuela de Roldán (imagen de Jesús Nazareno), Ignacio de Estrada, Blas Molner, Manuel Corchero, Manuel Pérez, Pedro Carreto, Francisco Pérez y Antonio Pimentel. Junto con azulejos polícromos de alfares de Triana, siglo XVIII, en la grada del presbiterio.
Dos de sus obras de pincel significativa: “La aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago”, de Francisco Meneses Osorio, 1698, el mejor discípulo de Bartolomé Esteban Murillo, y la “Huida a Egipto”, de Juan Eusebio de Estrada, fechada en 1755, fueron hechas para la ermita de Jesús Nazareno. Hoy en la sacristía de la Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol.