POR MANUEL GARCÍA CIFUENTES, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (CÁCERES)
“Las yemas de las higueras anuncian que marzo avanza en sus días. El invierno abandona el silencio de los cobertizos. Ya es Cuaresma. Por San José, los cubiletes reales nacidos de unas expertas manos dulceras, traspasarán el torno del zaguán del convento de las hijas de Santa Clara. El Cristo de la Agonía deja su capilla elevándose desde la cruz para que entendamos, desde la serenidad de su dolor, que sin amor no somos nada. Sus misericordias no tienen límites. La Banda de Música ensaya marchas procesionales. La flor late allí donde las abejas hablan de miel y besos. Hay sueños inquietos en los hombros de los costaleros. El tiempo se ha cumplido”. (Texto tomado del capítulo “La luz que conozco y comprendo”, del Pregón de la Semana Santa de Montijo que proclamé en el Teatro Municipal, en la noche del sábado 5 de abril de 2014)