POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, nos dice que «el Escorredor» es un canal de avenamiento o desagüe. También, en una segunda acepción nos dice que: se trata de una compuerta para retener o soltar el agua, mediante una canal, acequia o brazal.
En Medicina, la escuela de «Asklepios» utilizaba el bisturí u objeto cortante para desaguar una vena; generalmente en la flexura del codo, cuando una persona tenía apoplejía o exceso de sangre, que ocasionaba hipertensión arterial maligna e, incluso, la muerte. A este proceso de evacuación de sangre se le denominaba «escorredor humano».
Con posterioridad o, a la vez se utilizaban las sanguijuelas para que picaran en las venas y provocaran la extracción de sangre sobrante o plétora sanguínea, en el organismo. En este caso concreto, el escorredor o desagüe, lo provocaba la propia sanguijuela.
Ambos métodos los conocí y utilicé: primero como ayudante en las consultas de los médicos. Vicente, Manuel, Fermín y Enrique, cuando era un estudiante. Con posterioridad, siendo médico, en los primeros años de ejercicio, tuve que provocar varias sangrías para corregir la hipertensión y los ictus. De esa forma provocaba una vía de salida del líquido sanguíneo o «escorredor de sangre».
Mi pueblo, nucleo eminentemente agrícola, ha hecho uso de los escorredores para desaguar parcelas de tierra inundadas de agua, abriendo las vías suficientes y canalizando el agua sobrante para que no perturbe a otros huertanos linderos.
Tanto en balsas, canales, acequias, brazales y depósitos de agua, el «escorredor está presente para ser utilizado en el caso de un imprevisto desagüe.
De los tres molinos harineros, yo solo conocí el de Damián Ruíz, ubicado en el tramo final de la acequia menor. De los molinos harineros de Jesualdo María Miñano, padre dominico, ubicado en la cabecera de la acequia mayor y el del Estado, administrado por el Ayuntamiento, ubicado en la acequia del Henchidor; solamente conozco su historia.
Pues bien, los tres molinos, provocaban unos regolfos en la acequia que, algunas veces, para que no se desbordara el agua, hacían uso de los escorredores para evacuar el agua que estaba a punto de rebosar la acequia y canalizarla a un brazal o escorredor que la conducía al río Segura.
El motor de riego «La Purísima», cuya antigüedad data del año 1922, tenía una balsa y, cuando se llenaba corría el riesgo de derramarse e inundar los terrenos colindantes. Para que así no ocurriera se le abrían unos canales o escorredores, para aliviar el agua de la balsa; echándola al cauce de la rambla, que la conducía al río.