Es un homenaje al maestro, precursor de una forma de hacer periodismo basada en la calidad y la autoexigencia y un reconocimiento del papel jugado por este centro en la formación de los comunicadores que marcaron toda una época.
Publicado por la Fundación Pablo VI dentro de los actos de homenaje a Ángel Herrera Oria en el 50 aniversario de su fallecimiento, este libro quiere ser, en palabras de su director general, Jesús Avezuela Cárcel, “un recuerdo histórico que invitar a replantear la práctica de esta profesión y reivindicar su espacio en un mundo tejido de redes sociales”.
Así lo ha afirmado durante la presentación que ha tenido lugar el 20 de junio en la sede de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).
La obra recoge testimonios de más de 30 grandes figuras del periodismo, que se formaron hasta el año 1971 en esta institución heredera de la Escuela de Periodismo el Debate.
Hombres y mujeres, como José Hervás, María Dolores de Asís Garrote, Rafael Ortega Benito, Fernando González Urbaneja, Lalo Azcona, Antonio Alférez o Manuel Campo Vidal que aprendieron a hacer periodismo “en un ambiente de apertura y de tolerancia, respetando los argumentos de los otros, y aceptando las críticas siempre que estuvieran respaldadas por un razonamiento serio contundente”, ha asegurado el presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez López.
Aún hoy “siguen defendiendo el periodismo riguroso, veraz, verificado, contrastado con las fuentes y sujeto a las normas éticas y deontológicas que rigen en nuestra profesión”, única forma de luchar contra la avalancha de noticias falsas.
A través de los documentos y testimonios, el libro refleja la férrea exigencia de Ángel Herrera, capaz de romper delante de un redactor un artículo detrás de otro hasta que se llegaba a la perfección, como cuenta uno de sus alumnos Manuel Rodríguez Mora; su rechazo a la censura y a que no fuese sólo el Estado el que formase a los periodistas; y su esperanza por el acceso de la mujer al periodismo, para infundir “el genio femenino”, relata Mercedes Gordon.
Rechazo rotundo a la censura
Ha sido precisamente una mujer pionera en el periodismo la encargada de presentar el libro junto a su autor. Asunción Valdés Nicolau, primera mujer al frente de la comunicación de la Casa de S.M el Rey y de la Oficina del Parlamento Europeo en España, ha recordado que su mayor aprendizaje en esta escuela fue la deontología profesional. “Ángel Herrera quería los mejores periodistas para hacer los mejores periódicos”.
Ejemplo de ello el Ensayo, un periódico “magnífico, bien documentado y riguroso” donde los alumnos de la escuela hacían sus prácticas. Como firme defensor de la libertad de prensa, de opinión y de expresión protagonizó un enfrentamiento con Gabriel Arias Salgado a cuenta de la doctrina española de la información. En una carta pastoral, Ángel Herrera Oria expresó su rechazo rotundo a “la censura y las consignas que pudieran dañar a la empresa periodística y el derecho de los alumnos”. La polémica tuvo repercusión internacional y Arias Salgado se vio obligado a aceptar sus tesis.
Para Ángel Herrera, ha proseguido Asunción Valdés, el periodismo era toda una institución social y para nosotros “recordar hoy aquellos años, es recordar nuestra patria profesional”.
Un arduo trabajo de documentación
Para elaborar este libro Felipe Ruiz ha llevado a cabo una importante labor de documentación, en la que ha contado con la colaboración de antiguos profesores de la escuela, como Enrique de Aguinaga, que atesora en su archivo todos los periódicos del Ensayo. Su trabajo, ha asegurado el autor, viene motivado por su profunda admiración a Ángel Herrera, que contribuyó “de una manera extraordinaria a mejorar la excelencia en la profesión periodística”. Su empeño por el rigor y la verdad llevó, por ejemplo, a situar el periódico El Debate, fundado en los años 20, como referente en Moscú, donde sus noticias se recibían, se leían y se recortaban. Ángel Herrera merece hoy este homenaje por “su importancia a nivel periodístico, educativo, social y político en España”. sic