POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO
En todos los escritos del alumnado se repite como uno de los recuerdos inolvidables, el final de curso. Emotiva convivencia de maestros y alumnos.
Se cuidó con esmero la normativa recibida de presentar los resultados de la escuela ante la familia, trabajando al máximo. Esplendor, brillantez, la asistencia de una representación de autoridades de todos los estamentos: eclesiásticos, militares, municipales y culturales, daban una especial relevancia a estos actos, que se veían sumamente concurridos de toda la población.
Radio Villanueva, con una unidad móvil, retransmitía estas celebraciones, que muchos años ocuparon una parcela destacada en la vida escolar de la localidad.
En el curso 1954–1955. El Diario “Jaén”, daba así la noticia:
“Presiden el acto el Padre Cuenca, rector de las escuelas y el padre Fernández Aranda; don Amadeo Busquet; el doctor Tera, y el Delegado del S.E.M Sr. Herguedas Gallego.
Se inició el acto con el saludo del alumno Emilio Martos Moreno y continuó con “Los Turistas”, cante festivo de Tomás Navarrete y Marcos Megina, ”Escudo de España” coro hablado acompañado al piano por Miguel Yeste, ”La Pedrada” poesía de Gabriel y Galán, recitada con un sentido del arte maravilloso por Tomás Navarrete. La tabla de gimnasia dirigida por D. Rogelio Lara, con los alumnos internos; “Gimnasia y Patria”, que dirigió D. Pascual Megina; el coro de externos dirigidos por el maestro Navarro, interpretando varias canciones y el coro de internos dirigidos por Don Rogelio Lara, con canciones populares; “A la Virgen del Recuerdo” poema recitado por Dionisio Rodríguez. Para finalizar se proyectó la película “La ciudad de los muchachos”.
Curso 1955-1956. El mismo diario daba así la noticia:
“Con asistencia de D. Lorenzo Charriel, el Padre Fernando Pérez, el Delegado de Educación D. Antonio Lozano, Alcalde de Hornos; Doctor Tera; D. Justo Herguedas; los Jesuitas PP Lacave Navarrete y Toscano; Trinitario, Gallego y el dominico Padre Tornero.
Comenzó el acto, con el discurso de bienvenida, por el niño Zacarías Serrano Pérez. Siguió “Los Cocineros”, canto festivo con alumnos externos. Intermedio por la Banda de música dirigida por D. Onofre Prohens. El “Cuento de la espiga“, poesía por Tomás Navarrete. Cantos populares bajo la dirección de don Rogelio Lara y acompañados al piano por don Miguel Yeste. Cantos regionales por alumnos externos bajo la dirección del maestro Navarro. El nombramiento de las dignidades recayó en: Príncipe del Internado, el alumno Fernando Serrano Aparicio, Príncipe del Externado Esteban López Yeste.
1956-1957
“El patio de recreo se encuentra con colgaduras nacionales y de la institución. En el escenario los micrófonos de Radio Villanueva. Asiste la banda municipal de música. Cerca de dos mil personas entre mayores y niños. Junto al Padre Pérez, el Párroco D.
Lorenzo Charriel; el Jefe de la Línea de la Guardia Civil; el secretario del Excmo. Ayuntamiento; el Médico de la institución D. Gabriel Tera.
Acto: Introducción por el alumno Manuel López Fernández, quien dio a conocer la colaboración de los Padres Jesuitas y Profesores: “Los limpiabotas” canto festivo acompañados por don Miguel Yeste, “Los motivos del lobo” poesía por Marcos Megina, siguió el coro de internos dirigidos por D. Rogelio Lara. Concierto de armónicas que interpretaron ”Susana”,” Asturias” y “El Sitio de Zaragoza”, dirigidos por el señor Francisco Navarro.
Proclamación de dignidades: Príncipe del Internado, Gregorio Alfaro Teruel y del Externado, Julio Martínez Muñoz
1957-1958
“La presidencia estuvo presidida por el reverendo P. Ponce, rector de dichas escuelas, por el señor cura Párroco; por el médico señor Arenas Moreno; don Isidoro Vilaplana, inspector Jefe de Enseñanza Primara; delegado del S.E.M Herguedas Gallego; brigada de la Guardia Civil don Antonio Cuesta; jefe de línea don Miguel de la Flor; comandante de puesto don Abilio Alcalde y el R.P. Pérez, director de las Escuelas en esta ciudad”.
Comenzó el festival con la introducción por el niño Manuel López Fernández, que hizo una exposición de la labor del profesorado invitando a los padres a colaborar con los profesores por el bien de sus hijos.
Seguidamente los alumnos internos hicieron el canto festivo “Los Monaguillos”; el joven Ángel del Castillo demostró su valer en el arte de Thalia en su magnífica interpretación del monólogo “El dolor de muelas”. Los más pequeños, en pequeño batallón, interpretaron el cuento gimnástico “Panchito”, cuento comentado por don Pascual Megina. El coro de externos interpretó armoniosos cantos populares y una auténtica carcajada fue el pasillo cómico-musical “Los Serenos” donde destacó de nuevo el alumno Ángel del Castillo.
Fue nombrado Príncipe del Internado el alumno Segundo Rodríguez Cruz; regulador Francisco Lozano Blanco y subregulador, Cayetano Fernández Garrido.
En el externado el Príncipe fue Manuel López Fernández; Brigadier Juan A. López; regulador Antonio Álamos Bizarro, y ediles, Julio Torres Manjón, Pedro J. de la Piedra Segarra, Antonio Tornero Parra y Esteban Soria López.
También fueron entregados los diplomas catequísticos a los campeones locales del internado, Matías Molina y del externado Antonio Tornero.
El complemento alimenticio: Leche en polvo, queso y mantequilla
Para aliviar las carencias alimenticias de los numerosos escolares españoles, los americanos propusieron una ayuda de leche en polvo, queso y mantequilla, que enviaban a España. Estampa inolvidable para los alumnos de esta época. Durante el recreo, con el vaso de aluminio, esperaban ilusionados se lo llenasen de la leche, que otros alumnos habían disuelto unos momentos antes en unas enormes ollas. Después, tomábamos la porción de aquel queso amarillento, enlatado en relucientes envases con el escudo y letrero de los benefactores. En primer lugar era la Ayuda Social Americana, que se inició en 1954, como donativo del pueblo de los Estados Unidos por medio de la Cátholic Relief Services, y posteriormente el PLE, Productos Lácteos Españoles pro bienestar Infantil y Social.
En la normativa se indicaba que se serviría el complemento a la dieta de los alumnos, a la mitad de la sesión matinal o al final de la sesión de la tarde. Debía tomarse en la propia escuela y el maestro tenía que dar ejemplo tomándolo ante sus alumnos para que tuviese carácter educativo.
En el curso 1955-56, la ayuda llegó a 462 Centros Escolares, de la provincia de Jaén, compuesto por 1.431 escuelas, a las que asistían 54.245 escolares.
Era tal el agradecimiento por la ayuda americana, que el Servicio Escolar de Alimentación convocó un Concurso de Artículos para que los maestros participasen, reconociendo la labor social-americana, concediendo 250 pesetas a los cuatro mejores trabajos.
El edificio de la calle Morales se quedó pequeño por lo que las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, se trasladaron al palacete de la calle Fuensanta.