POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)

Cenaba en un bar de Gascona y una pantalla así de grande televisaba el Barça-Levante; alguien hacía una buena jugada y veíamos en la repetición al protagonista en primer plano, tras el esfuerzo, lanzando un gargajo al césped. Corre Dembélé, pasa el balón a Messi, que hace un quiebro, dos, chuta, y enseguida el plano de detalle con los lapos de uno y de otro; esfuerzo y esputo, las parrochas y yo. Jeison Murillo llega al pico del área, dispara, despeja Aitor y no demora el mocoso de Jeison en desflemar a presión sobre el campo. Cabaco corre la banda, dribla a tres, centra pasado y regresa a su posición con la impronta de un su pollo aleteando en el banderín de córner, cerca de mi plato. Inspiración y expectoración. Recuerdo este anuncio en California: “Prohibido tirar colillas, piense en los incendios de Chicago”, donde alguien añadió debajo: “Prohibido escupir, piense en las inundaciones del Mississippi”.

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