EL ACTO ESTARÁ PERFECTAMENTE COREOGRAFIADO POR EL CRONISTA OFICIAL DE CARTAGENA, LUIS MIGUEL PÉREZ ADÁN
Cada día estoy más enamorado de mi ciudad. Me gusta pasear hasta el puerto. y recorrer cada rincón, mientras veo el bullicio que generan las actividades de ocio que hay a diario. Hay días con hasta tres y cuatro actos, que dan mucha vida. Esta semana me visitó mi buen amigo Álvaro, un riojano de pura cepa al que sorprendí llevándomelo a comer a un rincón riojano en el Restaurante Los Churrascos. El bueno de José María está celebrando ‘Las Jornadas Gastronómicas del Vino de Rioja’. Allí compartimos el exquisito menú degustación, que está disponible hasta el próximo 1 de diciembre. Empezamos con una cerveza artesanal Belich en barra, con unas patatas fritas caseras típicas del local. Como entrantes tomamos chorizo riojano picante a la parrilla y salchichón fresco, ensalada riojana con aceite de arbequina de Bodegas Altanza y unas almejas en salsa verde con pochas frescas.
Yo elegí unos caparrones de Anguiano con sus sacramentos y Álvaro, un guiso tradicional de pochas con alcachofas y bacalao. El plato fuerte consistió en una paletilla de cordero asada con patatas horneadas y pimientos de padrón. De postre, tomamos una copita de Niña de tus Ojos y un arroz con leche al estilo José María. De la selecta oferta que había en bodega, nosotros elegimos un Lealtanza Reserva 2012. «Un 10», como dijo Álvaro cuando terminamos.
No podían faltar en la sobremesa los comentarios sobre fútbol, ya que en la mesa de al lado estaban comiendo unos amigos aficionados del Real Madrid. Entre ellos estaba Lázaro, uno de los socios de la Peña Madridista de Cartagena, ubicada en Los Dolores, que nos comentó que este año celebran el 50 aniversario. Para ello, han organizado coloquios, torneos deportivos, exposiciones y, como colofón, una comida de gala, que se celebra hoy. En el transcurso del ágape, la Peña entregará unas insignias de honor.
Cuando salíamos del restaurante, me encontré a mi amigo Carrasco, que también está de aniversario en su Hermandad de Veteranos de Infantería del Regimiento España 18. Enseguida me invitó a la comida que varios directivos iban a celebrar en el Restaurante El Varadero, frente a la Pescadería de Santa Lucía. Allí me reuní el jueves con Domingo Pedreño, el presidente, y con Teo de Juana, Juan Luís y Carrasco.
Entre los presentes me contaron los actos que tienen previsto celebrar con motivo del centenario de la entrega de la bandera al Regimiento de Infantería Cartagena número 70, que tendrá lugar el día 22, en el Casino.
El acto estará perfectamente coreografiado por el cronista oficial de Cartagena, Luis Miguel Pérez Adán, y constará de una exposición fotográfica del Regimiento. Habrá una conferencia, ‘Cartagena y la Infantería’, de la mano de Juan Antonio Gómez Vizcaíno, seguida de un homenaje a las mujeres que bordaron la bandera y al taller del Asilo de la Purísima Concepción y de otro a los soldados del Regimiento, con entrega de diplomas de recuerdo.
Los comensales me contaron todo esto mientras degustábamos el menú que Eduardo, el dueño del local, había preparado para la ocasión. Empezamos con unas cervezas bien tiradas, acompañadas de un pulpo a la marinera, condimentado con aceite, pimienta y laurel, unos mejillones hervidos y unas almejas al ajillo, con una exquisita salsa en la que poder mojar el extraordinario pan de la casa.
Continuamos con unas tortas caseras de bacalao, chipirones en salsa verde y gamba blanca a la plancha. Para terminar, tomamos caldero con alioli. Lo regamos todo con un albariño bien frío. El punto dulce lo pusieron una tarta cartagenera, un pan de calatrava, una tarta de nueces y un pastel de chocolate, acompañados por un carajillo Pedreño, con gotas de Machaquito de doble destilación.
Mientras tomábamos el café, mis contertulios me hicieron partícipe de la historia de esta activa hermandad, que se creó en el 1999. Fue tres años después de la disolución de la unidad de infantería, por la reorganización del Ejército.
El objetivo de la asociación es mantener el espíritu del cuerpo entre sus miembros y servir de estímulo a los compañeros. También difundir en la sociedad civil la cultura de la defensa y los valores de los amantes de la Milicia.
Así fue como me enteré de que la infantería española tuvo un regimiento con la denominación de Cartagena, con el que llevaron el nombre de la Trimilenaria por todas las ciudades y territorios que guarneció y por los distintos campos de batalla, cuando así se le ordenó. Su última bandera de combate le fue entregada por la sociedad cartagenera, representada por los miembros del Casino de Cartagena, mientras se encontraba acuartelado en el Cuartel de Antiguones. Fue con motivo de su marcha a la guerra de Marruecos, en un solemne acto celebrado el 3 de Agosto de 1919, en el Muelle de Alfonso XII. Muchos fueron los cartageneros que sirvieron en sus filas y bajo esta bandera costeada por el Casino, con donaciones de toda la sociedad cartagenera.
A la salida me encontré con mi amigo Néstor, director de Marketing de Salazones Garre, que me contó con gran satisfacción que esta empresa familiar y artesana de San Pedro del Pinatar, que se siente orgullosa por mantener viva la tradición ancestral de las salazones de pescado, ha sido recientemente galardonada con el Premio de Artesanía de Alimentación 2019 de la Región de Murcia.
Respetando esta tradición, elaboran estos productos de manera natural, sin conservantes ni colorantes añadidos. Utilizan un género de primerísima calidad, que proviene exclusivamente de pesca sostenible, empleando como único conservante la sal marina de las Salinas de San Pedro, igual que lo hacían, hace más de dos milenios, los fenicios, íberos y romanos.
Este premio reconoce la calidad exquisita de sus salazones de pescado y del ‘garvm’ que elaboran y su «sabor a Mediterráneo». También destaca el programa de marketing digital que cumplió con los objetivos de difundir la tradición artesanal, fomentar el interés de los consumidores por las salazones y el Garvm, la expansión a nuevos mercados y el incremento de las ventas. Mi felicitación desde aquí a otra empresa de nuestra región, merecedora de este preciado reconocimiento.
Termino hoy con esta reflexión de Mark Twain, que yo procuro aplicar en mi día a día. «Di siempre la verdad, así no tendrás que recordar lo que has dicho».
Fuente: https://www.laverdad.es/ – TOMÁS MARTÍNEZ PAGÁN