POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)
Tenía como un hálito de tristeza la tarde gris y lluviosa del pasado miércoles en Nava, cuando se confirmó y me enteré del fallecimiento de María Victoria Piquero Álvarez.
Y debo decir que, por razones de mi profesión de ferroviario, que me llevaron a trabajar a las órdenes directas de su padre, Hugo Piquero, Jefe de Reclamaciones, en las oficinas de la extinta estación de la Compañía de los Ferrocarriles Económicos, tuve la oportunidad de conocer a María Victoria desde que, en su juventud, empezaba a estudiar Enfermería, profesión que ejerció, por cierto, hasta su jubilación.
Han pasado los años, y María Victoria se casó con Francisco Javier Montes Mayor “Chisco”, otro amigo estimado que, lamentablemente, también se fue demasiado pronto, con el que tuvo como descendientes a Alberto y a Sergio.
María Victoria, que contaba 68 años, era hija de los navetos Sara Álvarez y Hugo Piquero (a quien debo eterno agradecimiento por todo lo que me permitió aprender a su lado), y hermana de Hugo y de Pablo, ambos, por cierto, muy estimados amigos del que suscribe desde hace tiempo.
Descansa en paz, amiga María Victoria. Y mi pésame más sentido a todos sus familiares.
FUENTE: EL CRONISTA