POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
En agosto, a finales, estarán apuntalados los palos de la Feria, en la espera de que venga y aparezca el primer fogonazo para anunciarnos que el gozo ha llegado. Allí estarán los cacharritos, los puestos, las atracciones y las casetas. Todo bajo el mejor saludo de una madrugada fresca, con sabor a resaca de encuentros y verbena.