POR ANTONIO LUIS GALIANO PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE ORIHUELA (ALICANTE)
Hace dos semanas, en la presentación de la revista “Oleza”, al llegar al capítulo de los saludas a los asistentes, al referirme a nuestro Caballero Cubierto Miguel Ángel Morcillo Ródenas, recuerdo que le dije; “este año, sí”, haciendo referencia que de alguna forma debido a la lluvia y a la pandemia no había podido ejercer los derechos que le otorga el nombramiento por parte del Excmo. Ayuntamiento de encabezar la procesión del Santo Entierro del Sábado Santo, y cumplir con el rito de no descubrirse al paso del cortejo por la Catedral, para lo que había sido distinguido en 2019.
Este año, sí. Si Dios quiere y el tiempo no lo impide, puesto que los permisos por las Autoridades competentes fueron otorgados como es tradicional en el acto del Pregón de Semana Santa, cuya Glosa estuvo a cargo de María Dolores Bregante Illescas.
Este año, sí. Y esperamos que, de nuevo, las calles y plazas de nuestra ciudad sean el escenario en el que la Pasión de Cristo se ve reflejada en nuestra imaginería que es atesorada por las Cofradías, Hermandades y Mayordomías.
Y este año, la ciudad será testigo de la incorporación de dos nuevas imágenes: María Santísima de la Amargura, de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, obra del imaginero Víctor García Villalgordo, luciendo una corona sevillana de la Orfebrería Castillejo, una vez bendecida el 12 de marzo de este año. Y lo hará, cuando el Cristo del Consuelo ha regresado a la iglesia de Santiago y la luna vive e ilumina en plenitud el cielo de Oleza.
La segunda, el Santísimo Cristo de la Victoria, de la Cofradía Ecce Homo, a la que pertenezco desde hace veinticinco lustros y con la que vivo íntimamente ligado por lazos familiares. Mi padre, mis hermanas, mis sobrinos,
y mi hijo Gonzalo, han formado y forman parte de la misma, con la que la relación con otras familias de cofrades es patente como con la de la actual presidenta María Dolores Rodríguez Esquer.
Este año, si se cumplirá el anhelo de la Guardia Pretoriana de la Cofradía que, desde 2020 deseaba portar esta imagen en la procesión del Martes Santo y que por razones ya indicadas de la pandemia ha debido aguardar hasta el presente, en que en dicha procesión, al desfilar en último lugar presidirá la misma, en un cortejo formado por los niños, el Cofrade de Honor Manuel Lorente González, la Cruz Penitencial, los pasos del Ecce Homo y de La Sentencia, la escolta a caballo de la Guardia Pretoriana, el Pretor XVII Víctor Bernabeu Gutiérrez y el Santísimo Cristo de la Victoria a hombros de los Pretorianos y escoltado por los mismos, con los sones de la Unión Musical de Almoradí.
Para los cofrades será una noche memorable al igual que se espera que lo sea para toda Orihuela. De la misma manera que lo fue aquella noche del pasado día 18 de marzo, cuando en la iglesia de las Santas Justa y Rufina, permítanme en símil taurino, con un lleno hasta la bandera, en que con una puesta en escena acompañada de luz y música, fue bendecida la imagen por el sacerdote y pretor José Luis Satorre García. No se echó en falta los acordes de “Jesús Preso” del maestro Emilio Cebrián, y fuimos testigos del estreno de la obra original de los músicos oriolanos Álvaro Casanova Peral y Adolfo Arronis, “Marcha Pretoriana” dedicada a su imagen. Talla de la que es autor el escultor valenciano, Ricardo Rico Tormo, que nos muestra una forma actual de entender a la imaginería pasionaria, manteniendo la vida que deriva de la madera de cedro intentando transformarla respetuosamente en la imagen de Cristo, manteniendo el crecimiento de la materia visible a través de un acabado polícromo a base de cera natural de abeja, pudiéndose apreciar los trazos de la gubia y, únicamente dando color al cabello y paño de pureza. La imagen es un Cristo vivo, sus ojos abiertos esperan el desenlace de su entrega y, en ellos, apreciamos que está pronta su Victoria al lograr la redención del género humano.
La Cofradía Ecce Homo viene a incrementar su “Patrimonio de los sentidos”, con esta nueva imagen, siguiendo con su tarea que desde su fundación en 1940, fue poco a poco, generándolo con el estandarte bordado por Ignacio Genovés, con cirios, faroles, bandera, la Cruz Penitencial y los tronos de plata de Orrico, el paso de la Sentencia de Víctor de los Ríos, la fundación de la Guardia Pretoriana y el rescate de la imagen de San Judas Tadeo.
Aquella bendición y primer desfile del Santísimo Cristo de la Victoria estaba prevista con motivo del octogésimo aniversario de la fundación de la Cofradía. Pero, no pudo ser, el hombre propone y Dios dispone. Así, que este año coincidiendo con el vigésimo aniversario del primer desfile de la Guardia Pretoriana, esperemos, si el tiempo no lo impide, que las gentes de Orihuela sientan con emoción el paso de ese Cristo vivo con sus ojos abiertos, que entona un canto de Victoria.
FUENTE: INFORMACIÓN. A.L.G.P.