POR MIGUEL FORCADA SERRANO, CRONISTA OFICIAL DE PRIEGO (CÓRDOBA)
Algunas exposiciones hay que verlas dos veces, aunque sea en una misma visita. En el primer recorrido los cuadros se ven “de lejos”, a 2 ò 3 metros. Se aprecia el conjunto, la perspectiva, el encuadre, el efecto final que consigue (o no), esa empatía emocional entre el cuadro y quien lo mira. Pero después hay que abandonar la distancia y acercarse al cuadro. Porque a 20 ò 30 centímetros podemos ver cosas que quedaron diluidas en el conjunto. Y a esa distancia entendemos cosas (algunas prodigiosas) sobre las técnicas de la pintura y sobre la categoría del pintor.
Es lo que ocurre en la exposición actual de Paco Escalera en el Centro de Arte del Paisaje Español Contemporáneo de Priego. Por ejemplo: còmo se pinta, en pocos centímetros, el bullicio de la terraza de un restaurante a la orilla Del Río Arno en Florencia? O las banderas ocultas en la sombra en una avenida de Madrid ? En las fotografías que adjunto, aparecen algunos de estos detalles que solo podemos ver si nos acercamos a los cuadros sin miedo… y sin prisa.