POR MARÍA DEL CARMEN CALDERÓN BERROCAL, CRONISTA OFICIAL DE CABEZA LA VACA (BADAJOZ)
Será una exhibición en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz que presentará por primera vez al público un pendiente hallado en el entorno de Puebla de Alcocer, acompañado de otras piezas significativas. Entre los objetos destacados se encuentran cuatro colgantes de oro provenientes de Segura de León y las hermosas cuentas de oro de Cancho Roano.
Estos objetos serán la atracción principal de la muestra titulada ‘El Tesoro de Segura de León, 40 años después’, que estará abierta hasta octubre de 2024. El Tesoro de La Martela, encontrado en la Sierra de La Martela, Segura de León, Badajoz. se encuentra en exhibición en la Sala de Protohistoria del Museo. Este conjunto está compuesto por tres placas trapezoidales y un colgante de oro con forma de bellota, adornados con filigrana y granulado. Las piezas destacan por sus representaciones de cabezas humanas, animales y motivos florales. El hallazgo se produjo de manera accidental en 1984, en un cerro de la Sierra de La Martela, de ahí su denominación.
Las excavaciones de urgencia realizadas en el sitio revelaron la existencia de un pequeño poblado del Bronce Final que perduró durante la Edad del Hierro, permaneciendo activo hasta principios del siglo III a.C. Este asentamiento prerromano se encontraba estratégicamente situado en una elevación flanqueada por cursos de agua, ofreciendo un amplio campo de visión que facilitaba el control del territorio y la defensa.
Entre los materiales extraídos durante las excavaciones arqueológicas destacan cerámicas, especialmente vasijas de almacenamiento, fusayolas que evidencian una producción textil, objetos de hierro y herramientas de trabajo como martillos, picos, escoplos, cinceles, además de herramientas agrícolas como hoces, podaderas y azadas. También se encontraron restos de escoria, testimonio de la actividad metalúrgica en el lugar La exhibición celebra el descubrimiento y recuperación de uno de los conjuntos áureos más valiosos de Extremadura.
A través de paneles informativos, se relatan los misterios y secretos que rodearon el hallazgo en 1984. El conjunto expuesto incluye cuatro colgantes de oro repujado del siglo V a.C. Uno de los colgantes tiene forma de bellota, mientras que los otros tres son placas trapezoidales decoradas con filigrana y granulado. Los diseños geométricos de estos colgantes, que incluyen cabezas de animales y humanas, serán complementados en la muestra con objetos de diferentes épocas, desde la Prehistoria hasta el periodo romano, encontrados durante las excavaciones arqueológicas posteriores al descubrimiento.
Estas piezas forman parte de la colección del Museo Arqueológico de Badajoz y presentan notables similitudes con el tesoro de Serradilla, que se encuentra en el Museo de Cáceres. Ambos conjuntos reflejan la influencia de la orfebrería fenicia y púnica del Mediterráneo central y occidental en la zona. Se trata de vestigios del antiguo y legendario Tartesos, que no fue una población, sino mucho más, ciudadeslas ocupaban desde el Golfo de Cádiz hasta incluso Cáceres.
La exposición conmemora el descubrimiento y recuperación de uno de los conjuntos áureos más destacados de Extremadura. A través de paneles informativos, se relata una historia llena de secretos e incertidumbres desde su hallazgo en 1984.
En ese momento, se convocaron a algunos de los especialistas más destacados para evaluar su importancia, lo que impulsó excavaciones arqueológicas para comprender mejor el contexto de las piezas. Los primeros resultados fueron publicados poco después por los profesores J. J. Enríquez y A. Rodríguez de la Universidad de Extremadura. El conjunto incluye cuatro colgantes de oro repujado, datados en el siglo V a.C. Uno de ellos tiene forma de bellota, mientras que los otros tres son placas trapezoidales ricamente decoradas con filigrana y granulado. Las piezas muestran motivos geométricos junto a representaciones de cabezas de animales y humanas. La muestra también incluye objetos de diversas épocas, desde la Prehistoria hasta el periodo romano, encontrados durante las excavaciones posteriores al descubrimiento.
Hace 2,500 años, lo que hoy es Extremadura se conectaba con un Mediterráneo globalizado. Fenicios y griegos navegaban desde sus puertos de origen hasta los confines occidentales del mundo conocido. A cambio de los metales que poseía la Península Ibérica, estos comerciantes trajeron lujo y artesanía, inspirando un nuevo arte, del que resultaron piezas como las que se exhiben en esta exposición.
FUENTE: https://cabeza-la-vaca.blogspot.com/2024/08/exposicion-en-badajoz-de-enseres.html