SEGUN ANTONIO RAMOS RUBIO CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO (CÁCERES).
El primer viaje a América de Cristóbal Colón fue financiado, en buena parte, desde Extremadura. Desde el Monasterio de Guadalupe y los obispados de de Plasencia y Badajoz contribuyeron a sufragar buena parte de los gastos.
Una de las historias más llamativas tiene que ver, precisamente, con el viaje en el que se descubrió América. El sueño de Colón sorprendió a la corona en número rojos y la reina no estaba dispuesta a empeñar de nuevo sus joyas. Así que recurrió a la Morenita. «En aquella época tenía una gran importancia el Monasterio de Guadalupe. Los jerónimos fueron los que, de alguna manera, consiguieron que los patrocinadores fueran Luis de Chaves el Viejo y Álvaro de Sotomayor», cuenta José Antonio Ramos, cronista oficial de Trujillo.
2.500 maravedíes, cada uno, aportaron estos dos nobles de Trujillo. Los obispados de Plasencia y Badajoz también participaron en la aventura. Extremadura financió buena parte del primer viaje a América. Casi tres millones de maravedíes partieron rumbo al Nuevo Mundo. Y nueve extremeños formaron parte de la expedición, a bordo de las Carabelas.
«En todas las expediciones partieron extremeños, sobre todo trujillanos. Yo tengo contabilizados 1350 trujillanos que partieron a América: conquistadores, colonizadores, descubridores…», relata el cronista de Trujillo.
Entre ellos, una mujer, María de Escobar, también trujillana, y que llevó consigo la primera semilla de trigo. «El trigo, la semilla de trigo se llevó de aquí de Extremadura a América. Eso es importantísimo. Se llevaron muchísimos productos autóctonos de Extremadura a América. Y también hubo un trasvase de América aquí a Extremadura», cuenta José Antonio Ramos.
De hecho, el tomate y el pimiento son dos de los grandes protagonistas de la cocina regional. Aquí llegaron también los primeros nativos americanos, bautizados en Guadalupe como Cristóbal y Pedro. Colón volvió al monasterio de Guadalupe, como había prometido si regresaba a salvo de su periplo. Y Guadalupe se convirtió, así, en la puerta de América.