POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Aunque en nuestra página de Facebook entra gente solicitando amistad, suele tratarse de propaganda, buzoneo virtual: zapateros, banqueros, higienistas, tiendas de gafas, sidrerías, fontaneros, putas, abogados, políticos… Al principio yo sólo veía lectores; suponía que a un charcutero, incluso a un amigo, podía interesarle la variopinta producción de un escritor, de tal manera que fui aceptando a todo dios, también firmas comerciales y seudónimos sospechosos, pensando que quizá me leían en su tiempo libre. En mi portada virtual anuncio con claridad mi oficio, regalo y vendo parrafadas pero ni alterno ni compro; a lo sumo disfruto del arte si se atraviesa. Ahora cambié y, además de rechazar solicitudes impertinentes, limpio mi listado para quedarme sólo con quienes tengan interés por mi trabajo no por la amistad. O sea, niego de Facebook su esencia.
Fuente: http://www.lne.es/