POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En los semáforos de Valencia han puesto faldas a los iconos que se iluminan para advertir del permiso o la prohibición de cruzar la calle. Tratan de visibilizar a la mujer y buscar la paridad en la señalética, no tanto en la moda, y utilizan la falda como sinónimo de mujer cuando el rol de esta prenda, faldas escocesas aparte, es sospechoso en la lucha por la emancipación e igualdad de derechos. Falda o pantalón, cabello largo o cabello corto, orejas con zarcillos o sin ellos, labios de carmín o labios pálidos, tacones de aguja o zapato plano, no deberían ser sinónimos de género; ya no digamos una figura con pechos y otra plana, o un perfil con mástil y otro desarbolado. Por eso propongo que la palabra sustituya la ilustración, bien con “Pasen sus señorías”, o, para no discriminar a la infancia, que el semáforo diga: “Personas”. Ya buscaremos solución para perros y perras.
Fuente: http://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/faldas.html