EL ESCRITOR TEVERGANO PRESENTA SU ÚLTIMO LIBRO, «EL DESVÁN DE LOS VENCEJOS AZULES», UNA HISTORIA QUE EMERGIÓ DEL NIÑO QUE LLEVA DENTRO
Falgueiro es el Macondo de Celso Peyroux. Al igual de Gabriel García Márquez, el periodista y escritor tevergano ha sacado de su ensoñación un pueblo bucólico en el que se desarrolla la historia de su último libro, tras ocho años de silencio narrativo. «El desván de los vencejos azules» es la historia de un hombre que renueva sus recuerdos de infancia con dos adolescentes, Tano y Pecos. Una trama con la que el autor ha disfrutado mucho escribiendo ya que le devolvió, desde su escritorio en San Martín, a sus recuerdos de infancia: «Sigo siendo muy niño porque sigo viviendo acompañado del niño que llevo dentro, es de ahí de donde emergen los personajes», comenta.
La obra se desarrolla a lo largo de treinta capítulos, que son autónomos y se pueden leer de manera independiente, aunque el autor señala que están vinculados entre sí a través de Tano y Pecos, «con relatos que oyen de sus padres y en el vecindario. Intervienen con diálogos pícaros, tiernos, lozanos y atrevidos», explica Peyroux, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA. Y es que los dos personajes juveniles cuentan mucho más de lo que se lee.
En la fantasía ideada por Peyroux en un lugar «idílico, mágico, fabuloso, rodeado de cumbres, iluminado por Selene Diosa de la Noche y por el sol de Badabia» hay mucha historia de España. En concreto, Tano representa los ideales de derechas y Pecos los de izquierdas. Y todo para lanzar un mensaje a los lectores: «Debemos recuperar las raíces del ser humano y trasladarlas a través del don de la palabra al mundo desorientado en el que vivimos hoy», indica el autor.
La novela surgió de un cuento escrito por Peyroux hace años y que fue finalista en el certamen internacional de cuentos «Lena». Después llegaron 42 relatos hasta conformar el actual libro, que contiene treinta. Además, a lo largo de la narración los lectores podrán encontrar parecidos en los nombres y topónimos que emplea el escritor con aquellos que conocen de la zona de Teverga, Somiedo y Babia. Peyroux cree que tanto Tano como Pecos «podrían dar simiento para una nueva entrega».
El autor se encuentra inmerso en la presentación de la novela, género con el que tiene «una forma de expresar los sentimientos que uno lleva dentro, personajes, lugares y elementos metafísicos que sirven como didáctica a los lectores y, sobre todo, a las generaciones futuras». La pasada semana acudió a Grado para entregar un ejemplar del libro a la biblioteca pública «Valentín Andrés» y a la asociación «Mujeres por Grado», a la que está muy vinculado.
Fuente: http://ocio.lne.es/ – Sara Arias