EL CRONISTA DE NOREÑA (ASTURIAS), MIGUEL ÁNGEL FUENTE CALLEJA, ERA CONSUEGRO SUYO Y LE RECUERDA COMO «UNA BUENA PERSONA Y SIEMPRE CON BUEN HUMOR»
Meres ha perdido a uno de sus vecinos más queridos. Ha fallecido Avelino Fernández Álvarez, popularmente conocido como Velino «El Rilu». Era el histórico presidente de la sociedad de festejos Virgen de la Cabeza de Meres y conocido monologuista. Era natural de Colloto, aunque residía en Meres, donde falleció ayer a los 74 años. Con María Azucena Martínez González fue padre de nueve hijos, que les han dado trece nietos.
El funeral de cuerpo presente se oficiará hoy, a las seis de la tarde, en la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Colloto (nuevo templo). A continuación, se procederá a su incineración. La capilla ardiente está en la sala número 6 del tanatorio de Los Arenales, en Oviedo.
«El Rilu» ha sido durante muchos años el alma de la organización de la fiesta de la Virgen de la Cabeza de Meres, en la que estaba muy implicado, a pesar de que la enfermedad había debilitado notablemente su salud. Así y todo, siempre estaba pendiente de que todo estuviera en orden y saliera bien.
Además de ser un hombre muy querido entre sus vecinos de Meres, que también destacan su implicación en la organización de las fiestas, es conocido en la región por sus monólogos en asturiano. Unos y otros le recuerdan como un gran hombre, razón que permitió calar en cada uno de aquellos que le conocía.
Despedida
Fueron muchos los que ya ayer pasaron por el tanatorio para despedirle y apoyar a la familia en estos duros momentos, como por ejemplo, el que fuera alcalde de Oviedo en el último mandato, Wenceslao López, o el futbolista Santi Cazorla, así como miembros de las comisiones de fiestas de las localidades de Colloto y Meres. El cronista de Noreña, Miguel Ángel Fuente Calleja, era consuegro suyo y le recuerda como «una buena persona y siempre con buen humor».
Avelino Fernández era electricista de profesión y estuvo muy involucrado en la vida parroquial, tanto de Tiñana como de Colloto. De hecho, fue el principal promotor de la recuperación del santuario de la Virgen de la Cabeza de Meres, allá por los años 80 del pasado siglo. Era una persona muy creyente y acostumbraba a ayudar al párroco en cuantos oficios religiosos podía. Meres ya le echa de menos.
Fuente: https://www.lne.es/ – Mariola Menéndez