POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Mi felicitación en la festividad de San José Obrero para Lácara (Pedanía de Montijo) y Guadajira (Entidad Local Menor de Lobón), de la que fui su pregonero con motivo de sus fiestas patronales. Son tiempos para estar agradecidos a la tierra y a la vida. En el recuerdo de aquel día de mayo de 2014 dejo un apartado del Pregón, que titulé Llamada: “Venid, mesas y sillas de tijeras del bar “La Parada”, que regentaron Manuel Barroso, Manolo y Cristóbal Barrantes. Venid, bogas del Bar Obispo. Que venga el taxi de Valentín García. Venid, aires sanos y romeros que festejan en el campo a San Isidro, patrón de los labradores. Que venga el veterinario Jesús Ramírez de Lucas. Venid, olores y sabores de los ultramarinos de Victorio Álvarez y Fausti. Que vengan las niñas bailando en el colegio “la fuente de las natillas”. Venid, versos de Joaquina Jociles Camello. Que vengan los muchachos jugando en “los pilones”. Que vengan los muebles, la ropa y los comestibles de “La Cantina”, que vendía Dolores Riñones, la cantinera. Venid, virutas, serrín, cepillos y garlopas de la carpintería de Manuel Osorio.
Que vengan Francisco Cuenda, el legionario, e Isabel Torrado, la rubia, que fue el primer matrimonio que se dieron el “sí quiero” ante el altar de San José Obrero. Venid, morrales repletos de algodón que se cultivaban en estos campos. Que venga Lorenzo Morato Gemio, el primer alcalde que tuvo este pueblo. Venid, sabores de la confitería y el bar Campos. Que venga Antonio, el pescaero, que era de Málaga y venía desde Talavera vendiendo fruta y pescado fresco.
Que vengan los bailes, las películas, las bodas y las celebraciones que se hacían en el Salón Cinema España. Que venga la barca grande de orilla a orilla del Guadiana, transportando a la gente que iba y venía a Pueblonuevo, Guadiana Montijo, La Puebla y Valdelacalzada. Venid, olores de la ferretería de los Linde. Que venga, empujando su carro, la señora Severiana, lleno de golosinas, caramelos, pipas y avellanas. Que venga Luís Solís, el herrero. Venid, olores y sabores a tintos y blancos del Bar Pepe, templo de la bebienda, que regentaba Pepe el albañil y Faustina González, su mujer.
Que vengan Cecilio Martín, Chinchilla, Inocente, Paco Rojas, Julián Chaves, Anastasio, Roldán y Carvajal. Venid, tejidos, muebles, electrodomésticos y comestibles selectos de Manuel Martín Trigo y su mujer María Giraldo. Venid, flores de los almendros que andáis por las faldas de estos cerros. Que vengan los maestros don Luis, doña Encarna, doña Cristina, doña Ana, don Jesús y don Juan Leo, para dirigir las orquestas de los pizarrines escribiendo en las pizarras de la edad de nuestra infancia. Venid, recetas de don Gregorio, el médico. Venid, medicamentos de la farmacia de Joaquín Antolín. Que venga Inocente Ramírez, el cartero.
Venid, beceros, machos, pardillas y carpas que pregonaban los pescadores del río que cogían con sus redes desde sus barcas. Venid, claros amaneceres que dobláis la luz para que la cal despierte los milagros de siempre, cielo, olor, mediodía, tarde y noche. Que vengan los futbolistas Fariñas, El Galgo, Norci, Chele y El Cano. Que venga José Gallardo Leo, uno de los primeros parceleros. Venid, gente buena, honrada y honesta, porque ya están aquí vuestras fiestas.
Venid todos, pequeños, niños, jóvenes y mayores, de Montijo, La Puebla, Lobón, Solana, Almendralejo, Badajoz, Valdelacalzada y Talavera. Que vengan todos. Que estén todos aquí. Que lo sepan todos. Que ha llegado, que está aquí, esta memoria hecha partitura que canta la copla de estos días de júbilo, distracción, diversión y festejos”.