EL PALACIO REAL ESCENIFICA EL RETORNO DE LA COMUNIDAD SEFARDÍ EXPULSADA HACE CINCO SIGLOS Y MARGARITA TORRES, CRONISTA OFICIAL DE LEÓN, EJERCIÓ UN PAPEL DESTACADO Y MUY VALORADO POR LOS ASISTENTES
La llave sefardí ya no es legendaria. Ya abre la puerta de España como hogar de los judíos españoles. Hay una ley que lo dice: la 12/2015 en materia de concesión de la nacionalidad a los sefardíes originarios de España. Y ayer en un acto solemne con tal motivo, presidido por el rey Felipe VI, se escenificó como prueba de que ya no es una evocación transmitida de padres a hijos, que supera aquello que consideraba a los sefardíes como españoles sin patria. El ministro de Justicia, Rafael Catalá; el alcalde presidente de Melilla, Juan José Imbroda; embajadores, diputados y senadores, y alcaldes de la red de juderías, entre ellos el de León, Antonio Silván, participaron en un acto que más que suponer el regreso físico, es la recuperación automática de la nacionalidad para los originarios de los judíos españoles expulsados hace cinco siglos.
La importancia institucional dada al acto, además de por la presencia del rey de España, lo manifestaba también el hecho de celebrarse en el llamado Palacio de Oriente, Palacio Real, y que en su comedor Real acogió la celebración, que incluso tuvo su parte musical con la interpretación de canciones sefardíes.
Si el ministro Catalá aludió a la costumbre hebrea de saludarse y despedirse con la palabra paz, como «nada mejor para este reencuentro», dijo, y que debería de servir para que «los españoles de origen sefardí sientan que su país da los pasos para resolver errores del pasado», en referencia a este derecho a la nacionalidad española que ahora recuperan de pleno, el rey recordó primero el apartado sentimental de una llave que le regalaron los sefardíes miembros de la Plataforma Erensya. «Regalo con una carga simbólica. Era una vieja llave con una dedicatoria en la que se expresaba que ese objeto simbolizaba para ellos la memoria de sus antepasados en la bendita tierra de Sefarad», relató el monarca español.
León, como una de las grandes ciudades miembro de la Red de Juderías, que agrupa a 24 ayuntamientos, estuvo representado al máximo nivel por el alcalde Antonio Silván, quien no dudó en manifestar que además de la celebración se abre una oportunidad tanto para la capital leonesa como para la comunidad sefardí. «El acto es tanto reencuentro como reconocimiento. Y en León se mantienen unos fuertes lazos con los sefardíes, tanto en lo sentimental como en lo cultural, pero también hasta en lo territorial. Porque no hay que olvidar la importancia del Barrio Húmedo en este sentido. Lo de hoy refuerza la idea que se impulsa desde la red en cuanto a ensalzar su riqueza», señaló Silván.
De hecho, el regidor leonés también abundó en la intención colectiva de que en las reuniones de la Red de Juderías «además de lo simbólico, que es necesario, consigamos aportar más en contenidos», aseguró, además de destacar que esa es la línea en la que esta agrupación se manifestó en la última reunión mantenida en Córdoba, y en la que, en palabras de Antonio Silván, Margarita Torres, cronista oficial de León, ejerció un papel destacado y muy valorado por los asistentes.
El acto sirvió para presenciar un Palacio Real en todo su esplendor dedicado a los compatriotas sefardíes, recibidos a cada paso y rincón por los miembros de la Guardia Real. Era la forma de de demostrar que Sefarad ya es España, como se oyó en palacio. O de comprobar que la llave sentimental, el tesón de siglos, ya ha abierto más de 4.300 nacionalidades concedidas. También manifestada en esa «lealtad» que agradeció el rey, conservando costumbres, lengua y tantas llaves de kalishikas de ciudades de España.
Fuente: http://www.diariodeleon.es/ – Pacho Rodríguez