POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA).
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define a los fertilizantes como sustancias que contienen los nutrientes adecuados, en forma química, saludable y asimilable por las raíces de las plantas que, a través de ellas, aportan los elementos esenciales para el desarrollo de los árboles y la producción de sus frutos. De esta forma, elementos como el nitrógeno, se administran en forma de urea, nitratos y amoniaco.
En la huerta de Ulea, de forma asidua, eran utilizados y siguen utilizándose habitualmente los siguientes fertilizantes:
- Fertilizantes Orgánicos, tales como el estiércol en forma de compuesto de basuras fermentadas: turba, guano y humus.
- Fertilizantes Orgánicos tipo abono, de asimilación más lenta, ya que el nitrógeno se tiene que ir liberando a medida que los microorganismos se tienen que ir descomponiendo. De esa forma, se ponen a disposición de las raíces, de los árboles y plantas, para tras ser absorbidas, nutrir a todo el árbol. Dicha descomposición es más propicia en terrenos húmedos y muy aireados. Por tal motivo, en la huerta uleana se esparcían por los tablares de los bancales inmediatamente antes de proceder a su riego.
- Fertilizantes Minerales, que suelen ser de de liberación rápida que estimulan con prontitud el crecimiento y vigor de las plantas y árboles. Entre ellos tenemos: Nitrogenados, Potásicos, Complejos y Binarios.
Existen otros fertilizantes minerales de liberación lenta, que se comercializan en forma de abonos granulados, barritas o pastillas, capaces de soltar minerales tales como el nitrógeno, potasio, fósforo y magnesio. Recalco, haciendo hincapié que a veces, tardan en liberarse hasta tres meses.
- Fertilizantes Líquidos. Se utilizan en riegos por goteo y por aspersión. generalmente mezclados con agua. Entre los más empleados tenemos: aminoácidos y extractos de algas; teniendo una aplicación especial cuando los árboles están muy debilitados y, tras un trasplante de plantas o árboles. También, cuando se ha tratado el terreno con herbicidas.
- Suplementos minerales. Entre ellos tenemos el azufre; que se usa para rebajar el pH del suelo. El calcio, todo lo contrario, para subir el pH. También se utilizan los correctores de salinidad.
- Otros abonos animales tales como: huesos triturados, y cuernos de animales, así como residuos urbanos compostados (todos de depuradora) y restos de cosechas y paja fermentada y humedecida .
FUENTE EL CRONISTA.