POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
La Iglesia celebra hoy la festividad de la Virgen de los Dolores. Tras un precipitado entierro, ante tanto desvarío producido, aquella otra criatura que nos ama, en el amor del Hijo hasta el extremo. “Stábat Mater dolorosa, iuxta crucem lacrimosa” (La Madre piadosa estaba, junto a la cruz y lloraba). María rompe la letanía de sus tristezas ante la alegría que manifiestan los cantos populares que compusieron estas estrofas antes de que barrunte el día “Y adelantando la hora/ le salió el Sol a la Aurora/ lleno de luz y alegría. /Radiante quedó María/ viendo el Sol de los fulgores/ ¡Aurora del Sol divino!, /ruega por los pecadores”. (Imagen de Ntra. Señora de los Dolores, titular de la Hermandad de su nombre, fundada en la ermita Jesús Nazareno en 1770).
Nuestra Señora de los Dolores es la más universal de las advocaciones de la Virgen, pues no está vinculada a una aparición o a una imagen, sino que arranca del mismo Evangelio, que nos presenta a María al pie de la cruz.