POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS).
Tras el emotivo pregón dado a las 12 horas por José Ángel Caperán Vega (licenciado en Psicología por la Universidad de Oviedo, Máster en Psicología del Deporte y MBA en Dirección Estratégica de RRHH. Es coach ejecutivo para diversas empresas y organismos. Es coach deportivo en la Unisport Management School de Barcelona. Compagina la psicología del trabajo con el entrenamiento psicológico de deportistas de élite y la formación en coaching a profesionales del deporte de España y Latinoamérica), tuvo lugar la procesión y misa en honor al patrono.
A todo ello siguió el:
—Homenaje a los socios mayores de la fiesta de san Antonio del año 2022, el cual Yolanda Sierra Elvira me encargó presentar, como hace tres años me encargó dar el pregón de esta fiesta—
Como miles de pueblos, dentro y fuera de Asturias, es éste un lugar donde el campo lo fue todo hasta hace pocas décadas.
Sus gentes de buen corazón fueron duros batalladores -como demostraron durante siglos- con poco tiempo para la fiesta y el esparcimiento, entre el duro trabajo de todas las estaciones del año, porque en todas había algo que hacer.
Se homenajea este año en la fiesta de san Antonio, aquí en El Picu, a los socios mayores José Alonso Maseda, con 81 años, y a Antonio Diego Tolivia, de 80.
Si ellos nos hiciesen ahora un resumen de su vida, no habría pregón ni discurso que los igualase, por su intensidad de contenido y sus miles de vivencias, las más de la veces sufridamente calladas, y laboriosamente vividas.
Nuestros antepasados tenían que resignarse a sobrevivir, ése era su triste destino, pues nacían para trabajar en el campo sin descanso ni compensaciones, en los enigmáticos vaivenes que la vida les iba proporcionando. Eran vidas cíclicas, cual canjilones de una noria que se llenan y vacían de un agua indiferente en una tarea ciega, monótona, sin descanso.
Miremos al futuro y abramos las ventanas a la esperanza de un tiempo nuevo; dejemos sin temores ni recelos a los jóvenes para que labren un mundo mejor que el que heredaron.
Entretanto, estas pequeñas fiestas -que llamamos de prau- siguen sobreviviendo a pesar de lo mermada que ha quedado la población en tantos pueblos, de modo que los que las siguen organizando se merecen todo nuestro aplauso, ya que no es poco el trabajo que se echan sobre sus hombros, a veces no bastante reconocido.
Mantenerlas ya es un meritorio servicio a la comunidad, y mejorarlas es toda una virtud.
El primer homenajeado es:
José Alonso Maseda, nacido el 30 de noviembre de 1940.
Hijo único de José Alonso y Carola Maseda, es natural de Fresnidiellu, donde vivió hasta los 18 años.
Allí conoció a Rosita, se casaron y tienen dos hijos: Mary Carmen y José Ángel. Dos nietos se suman a la familia.
Se fueron después a vivir a Gijón, cuando José contaba con 34 años, y allí trabajó en los Astilleros durante 21 años.
Pasan temporadas de verano en su casa de Fresnidiellu.
Una de sus mayores distracciones es estar en el “güertu”, sembrar, limpiar les finques o disfrutar de la canción asturiana que tanto le gusta.
Por supuesto que es un colaborador con esta asociación de festejos.
Y con este brevísimo repaso a su biografía se le entregaron las distinciones que le hacen ser desde este momento Socio Mayor de esta fiesta de san Antonio.
El segundo homenajeado es:
Antonio Diego Tolivia, nacido el 8 de mayo de 1942 en la casa de Pepina “sulorru”, en El Picu, que vivía en el lugar conocido como “cola iglesia”.
Vivió con su madre Quintila Diego hasta los 12 años, cuando se fue a trabajar en una fábrica de motos en Gijón durante 11 años.
Después, 24 años más en Ensidesa.
Se casó en 1978 con Ángeles Gutiérrez.
Tienen tres hijos y dos nietos.
Pasa largas temporadas en su casa de Pandavenes.
Le gusta la canción asturiana.
Cantó en la coral “Amanecer” de Gijón.
Le gusta la huerta, hace sidra casera, y se le dan bien las manualidades, como es el caso de los mini-hórreos o de otros trabajos manuales, como fue en el caso del último nacimiento en Navidad que se preparó en la capilla cuyos alrededores desbroza lo mismo que hace con el cementerio.
Colabora con la asociación de festejos, lo mismo que José Alonso, el otro galardonado.
Finalizamos este emotivo acto recordando a los que nos precedieron en los siglos pasados, por los que estamos aquí hoy y por los que -sin duda- seguirán manteniendo esta tradición cada mes de junio, y -ahora- elevemos juntos nuestras voces desde este rincón.
¡Que vivan José Alonso Maseda, Antonio Diego Tolivia y sus familias!
¡Que vivan los organizadores y organizadoras de esta fiesta!
¡Y que vivan San Antonio, El Picu, Parres, Piloña y toda Asturias!
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez