POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Finalizaron las fiestas -devotas y profanas – que la parroquia colunguesa de Duz (Colunga-Asturias) destina en honor de Nuestra Señora la Virgen del Rosario.
Duz -ya lo expliqué- comprende tres núcleos de poblacion: Huerres, San Juan y La Poladura, que, en este asunto de fiestas, «planifican por separado». Huerres, por un lado; San Juan y La Poladura, por otro.
Ayer sábado San Juan organizó «cena y verbena» donde no faltaron tortillas (en concurso, que ganó mi prima), asados, empanadas, dulcería, sidra, vino, refrescos, música, baile y buen humor.
Huerres, por su parte, también con «cena y verbena» desbordó en asistencia y en concurso de sidra casero (antes se decía casera) que, por cierto, también ganó mi prima.
¡No!, no piensen mal. Es que mi prima, profesora de Lengua y Literatura, sabe mucho de tradiciones «de casa».
Y en San Juan (ahora dicen San Xuan) se leyó un pregón festivo en el que compartieron autoría de texto las hermanas Rosa Elisa y Begoña y voz de experta recitadora a cargo de Maribel.
Un pregón escrito y recitado «en aldeanu», que es como hablamos en San Juan:
«¡Ya llega la fiesta otubre!
y con ilusión y con gana,
los vecinos de San Juan,
engalanen la quintana.
Y si algún de los prersentes
tovía no se enteró
del porque d´esta folixa,
díxome la Comisión
que vos diese esti recau;
y así, con cuatro palabres
queda tou dios enterau.
Esto ye qu´en la parroquia,
guapa, vieya y con solera,
tenemos una patrona,
la envidia d´España entera.
Ye la Virgen del Rosariu
la patrona del llugar;
y que no se vos olvide
que siempre con nos está.
Por si aquesto fuese pocu,
voy nombrala capitana,
porque teniéndola equí,
cuidaramos la quintana.
Mas dizme el «comisioneru»
que espabile; que hoy hay prisa,
pues mañana, pa les doce,
tenemos que tar en misa.
Y hay que dir engalanaos
como ye la tradición,
p´acompañar a la Virgen
y rezar na procesión.
Ya podéis cenar curiosu;
procurai pasalo bien,
abrazaivos con cariñu,
¡y así hasta l´añu que vien!»
La parroquia de Duz -devoción, alegría y buen tiempo- vivió con felicidad sus fiestas patronales.
Y ahora, como canta el pregón, olvidemos rivalidades y que nuestro abrazo de hermandad dure ¡hasta l´añu que vien!
Después ya ampliaremos el consejo.