POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA

El día 16 de julio está marcado en nuestro calendario de manera definitiva, con su dedicación al Carmen, pero este año, y más concretamente en la localidad de Asturianos, junto a esa celebración se aumentó la solemnidad con una serie de actos que constituyeron un acontecimiento histórico para la localidad y su municipio. Este motivo no fue otro que los cincuenta años al frente de la Alcaldía de don Leonardo Gallego Chimeno, que partieron del 16 de agosto de 1963, cuya conmemoración con la solemnidad de la misa y la inauguración de dos magníficas exposiciones en el local del Ayuntamiento, en el que en un bello rincón se ha conseguido representar con todo rigor y una exquisita sensibilidad la escuela de aquellos años en honor a su esposa, maestra nacional, y en el salón adjunto y con no menos acierto y estilo la del despacho de la Casa Consistorial, destacando todo el emblemario obligado de bandera, retratos y alegorías. Acompañan al conjunto dieciocho dibujos del artista Carlos Sangregorio, dedicados al conjunto de las seis entidades de población que componen el municipio.

Después de disfrutar de aquellos dos ambientes llenos de recuerdos y felicitar a tan veterano como eficaz alcalde, este agradeció la celebración y el recuerdo.

Tras la presentación del profesor y amigo Antonio Lera, el cronista, en una brevísima exposición, recordó los ambientes provinciales donde se gestaban las corrientes que llegaban a las localidades por distintos senderos, caminos e incluso atajos para llegar a la Alcaldía, todo un sistema y un mundo tan lejano ya que a veces se hace difícil llegar a entenderlo.

Y por último y como no podía ser menos en ese lugar tan atractivo por la cercanía a la Casa Consistorial, como por sus singularidades gastronómicas de primerísima categoría, se cerró el acto con esa prolongada y no menos sabrosa tertulia de recuerdos y de programas, porque cuando a pesar de los años el espíritu -que es el que cuenta- está joven y dispuesto a seguir, no cuentan ni el tiempo ni los desengaños y aquí nos viene como anillo al dedo es célebre dicho que dice así: El tiempo le dijo al tiempo que le diera un desengaño y este le contesto, yo soy tiempo y nunca engaño.

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/